Dedicado
a Matilde González Guindos
En el
borde de la certeza cabalga
un círculo de triste tiempo
que me ahoga en mi morir.
un círculo de triste tiempo
que me ahoga en mi morir.
Me
encierra él en mares eternos
que aíslan al andante
por los caminos de lo antiguo
que todos ven en mí.
que aíslan al andante
por los caminos de lo antiguo
que todos ven en mí.
Luego la
paloma coge vuelo
y se detiene en medio del aire;
es muy lista, sabe sufrir,
pero yo sufro más que ella,
porque la entiendo
como ella a ti,
mi pensamiento fiero
que yo no sé si lo tengo.
y se detiene en medio del aire;
es muy lista, sabe sufrir,
pero yo sufro más que ella,
porque la entiendo
como ella a ti,
mi pensamiento fiero
que yo no sé si lo tengo.
Soy o no
soy cazador
del alarde menos sincero
con que salir del paso
para resbalar en el regreso
y luego describir lo mío,
con palabras que no son nada
más que la pétrea certeza
de que alguien va a oír.
del alarde menos sincero
con que salir del paso
para resbalar en el regreso
y luego describir lo mío,
con palabras que no son nada
más que la pétrea certeza
de que alguien va a oír.
Alguno se
reirá
de mi mísero dolor,
fabrica de versos
que encierran mi historia
en la magia de la tinta
que tu química vertió
en esta celulosa de árbol.
de mi mísero dolor,
fabrica de versos
que encierran mi historia
en la magia de la tinta
que tu química vertió
en esta celulosa de árbol.
Sin
embargo, sin raíces
existiré sin existir,
con mis trucos pendencieros,
con mis cuentos falsos
que tú no entiendes.
existiré sin existir,
con mis trucos pendencieros,
con mis cuentos falsos
que tú no entiendes.
¿Qué te
importara a ti?
y yo creo que sí.
y yo creo que sí.
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