La capital portuguesa guarda secretos y sorpresas en cada esquina y
la mejor forma de hacerlo es recorriendo cada una de sus siete
colinas... a pie. Hay dos empresas, Lisbowalker y Lisboa Auténtica, que organizan excursiones temáticas para todos los gustos. Seleccionamos las ocho más interesantes.
1. Lisboa esencial
La mejor manera de conocer la Lisboa más esencial es recorrer sus calles como si fuese un verdadero lisboeta. Los barrios más auténticos son el Chiado, Bairro Alto, la Baixa pombalina y Alfama.
Por aquí se mueven los lisboetas a diario, andando o en tranvía. Lo
mejor para empezar el día es tomarse un café (que aquí se llama bica y siempre es expreso) acompañado de un pastel de nata. Porque estos deliciosos pasteles no solo se comen en Belém.
En cualquier pastelería del centro de la ciudad puede encontrarlos,
casi igual de sabrosos. El resto del tiempo puede pasarlo yendo de
tiendas. Las más interesantes son aquellas en las que se pueden comprar
productos portugueses, como A Vida Portuguesa, en el Chiado, con marcas antiguas que nunca pasan de moda. La Excursión con Lisboa Auténtica dura 3 horas y cuesta 15 euros por persona. Incluye viaje en tranvía, café y pastel de nata.
2. Lisboa 'velha'
Si lo que le interesa es el lado más antiguo de Lisboa, le
recomendamos una excursión en la que podrá hacer un repaso a los 2.500
años de la historia de la ciudad. Desde la llegada de los fenicios, que
llamaban a la capital portuguesa la bahía tranquila o el puerto seguro,
un nombre que define a la perfección el contacto con el río Tajo a
través de la Baixa. Conozca después la herencia dejada por los primeros
grandes pobladores, los romanos. De aquella antigua Olissipio aún quedan
restos de su presencia, como las galerías subterráneas de la Rua da Prata,
en la Baixa, que solo abren unos seis días al año. Después llegaron los
árabes, responsables del trazado de los barrios antiguos, como Alfama
en la subida hacia el castillo de S. Jorge. Todos los habitantes de
Lisboa, a lo largo de su historia, tuvieron una relación estrecha con el
río y con la actividad marítima. Todo esto y mucho más puede
descubrirlo en las excursiones organizadas por Lisbon Walker, el primer
domingo de cada mes.
3. Lisboa fadista
Es imposible hablar de Lisboa y no pensar inmediatamente en el fado.
Por eso, conocerla en profundidad también requiere conocer su música más
emblemática. Y qué mejor forma de hacerlo que recorrer los barrios más
castizos, Mouraria y Alfama,
acompañados por un fadista que aprovechará la visita para cantar en
calles y tascas de fado, música que ha sido recientemente reconocida
como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Quien quiera saber más,
puede visitar el Museo do Fado, situado en el número 1
del Largo do Chafariz de Dentro, cerca de la estación de trenes de Santa
Apolonia. Cuenta con una programación variada y numerosas exposiciones
sobre la temática del fado. La mejor forma de terminar esta excursión es
degustando un caldo verde con chorizo en una tasca en la que se canta fado vadio, fado más o menos improvisado que canta todo el que así lo desee. La excursión la organiza Lisboa Auténtica.
4. Leyendas y misterios lisboetas
Esta excursión es ideal para los más curiosos, todos aquellos que
quieran descubrir los aspectos más recónditos de la capital lusa.
Algunas de las leyendas de la ciudad dieron origen a santos, otras a
héroes y otras a villanos. Hay misterios ocultos en las calles y
edificios de una ciudad a veces mágica y a veces tenebrosa. Una de las
leyendas más antiguas es la que hace referencia a la fundación de la
ciudad. Dicen que fue el propio Ulises el fundador de Lisboa, después de huir de Troya y antes de partir hacia el Atlántico. Otra leyenda increíble es la de S. Vicente,
patrón de la ciudad, cuyo cadáver, cuando fue trasladado en barco desde
el Algarve hasta la capital, estuvo siempre acompañado de dos cuervos,
ave que aún hoy está en las armas de la ciudad. Éstas y otras leyendas
pueden conocerse en la excursión que organiza Lisbon Walker por la
Baixa, la colina del Castillo de S. Jorge y Alfama. Los martes a las 10h
y los terceros domingos de cada mes, a las 14h30. En inglés y
portugués. 15 euros.
5. Lisboa, ciudad de espías
Durante la II Guerra Mundial Portugal permaneció neutral por lo que
Lisboa se convirtió en un verdadero nido de espías, el lugar estratégico
perfecto en el que se daban cita espías de los dos bandos. Qué mejor
que transformarse en un auténtico James Bond y pasear por la capital
portuguesa, desde la Plaza de Comercio a la Plaza de Restauradores, como
si fuera un agente infiltrado en una misión secreta. Así, podrá
descubrir quién fue Arístides de Sousa Mendes, conocido
como el Schindler portugués, un cónsul portugués en Burdeos que se
saltó la autoridad del dictador Salazar y durante cinco días concedió
permisos de entrada en Portugal a refugiados de varias nacionalidades,
sobre todo judíos, que querían salir de Francia. Esta excursión se
realiza los viernes, a las 14h30 y los segundos domingos de cada mes, a
la misma hora, con Lisbonwalker. El precio es de 15 euros.
6. Lisboa gastronómica
Y si tanta información le ha abierto el apetito, entonces lo mejor es
descubrir Lisboa a través de sus sabores y los productos más típicos de
su gastronomía. La capital lusa está repleta de restaurantes en los que
se puede comer de todo, pero sobre todo, uno de los platos más
lisboetas: el bacalao, que aquí se cocina de mil una maneras diferentes:
con nata, a braz, asado con patatas, frito con mahonesa y jamón... Hay restaurantes para todos los precios, desde el lujoso Tavares,
hasta tascas que surgen en cada esquina, con manteles de papel pero
comida casera de la buena. Y si lo que quiere es llevarse comida de
recuerdo, también puede hacerlo. Se recomienda el paté de sardina,
una entrada muy habitual para comer con el pan mientras se espera los
platos. Lisboa Auténtica organiza excursiones gastronómicas que incluyen
comidas o cenas con marcación previa por 30 euros por persona. A lo
largo de la ruta se hacen degustaciones.
7. Lisboa vinícola
No se puede pensar en comer sin pensar en beber. El vino también
ocupa un lugar destacado en Portugal. Y aunque Lisboa no es una región
vinícola con demasiada tradición, en la capital portuguesa también se
pueden saborear los mejores caldos que se obtienen por todo el
territorio portugués. Son numerosas las tiendas de vinos que hay en el
centro de la ciudad y en las que puede comprarse desde un tinto del Alentejo, un vino verde de la región del Miño, un moscatel de Setúbal o los famosos vinos dulces de Oporto.
En esta excursión, además de recorrer los barrios del Chiado, Baixa y
Bairro Alto, se propone una explicación sobre los diferentes tipos de
uvas que se cosechan en Portugal, así como una cata de vinos
acompañada de quesos y embutidos portugueses. Las excursiones duran 3
horas y cuestan 30 euros por persona. Con Lisboa Auténtica.
8. Lisboa sensorial
Y por último, una forma completamente alternativa de conocer Lisboa a pie: con los ojos vendados.
¿Qué le parece redescubrir el típico barrio de Alfama pero ahora sin
verlo? De esta manera podrá potenciar el resto de los sentidos. Subir
por las callejuelas estrechas tocando sus paredes desconchadas; sentir
el olor de las sardinas asadas, escuchar a lo lejos los acordes de un
fado... Lisbonwalker avanzó con esta iniciativa en colaboración con la
Asociación de Ciegos de Portugal, ACAPO. La excursión dura una hora y
media y los participantes están acompañados por un guía turístico, que
va contextualizando la visita, y por un invidente, que les ayuda a
superar las dificultades de no ver. El objetivo es doble: hacer un turismo diferente
y sensibilizar a los turistas. Como experiencia, merece la pena
descubrir esta Lisboa que además de bella a la vista lo es también al
resto de los sentidos, que a veces pasan más desapercibidos. Esta
excursión solo se realiza mediante cita previa, con un mínimo de 6
participantes y cuesta 20 euros por persona.
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