La
noticia salió en todos los periódicos: Juan Carlos ha entrado de extra en una
película pornográfica, todos le envidian pues va a ver el espectáculo en
primera línea de batalla, hasta es posible que participe en una escena de puro
sexo.
Desde
que probó ciertos tipos de drogas, que aquí no se van a mencionar, el pobre
iluso no se había excitado tanto. Este tipo de ayudas son habituales entre la
gente bien. Hoy sales en mi película, mañana te invito a un viaje. Lo raro de
todo esto viene al averiguar que Juan Carlos lleva mucho tiempo apartado del
figurar en todo tipo de engendros, se ha retirado a una montaña con sus gatos y
desde allí nos envía tomaduras de pelo intelectuales con las que quiere
demostrar su supuesta masculinidad. Realmente, ahora lo tiene fácil, y todas
esperamos que demuestre su fuerza. A pesar de las dudas, sus admiradoras le
damos todo nuestro apoyo y estamos dispuestas a crear un club de fans.
Saca tu miembro y entra en acción, la vida te
sonríe, ¿por qué no te alegras? No pienses que has caído muy bajo, has nacido
para esto. Es lo que le sueltan en su nuevo trabajo.
Esperamos
que sus amores no se enfaden, pero nosotras también tenemos nuestros derecho,
nuestro coño espera al Gran Salvador, al señor de los disfraces que se
contradicen, al explorador de nuevos campos, a este nuevo Dios que hace magia
sin ofender, en el punto medio del nacimiento de nuestras piernas, ahí, donde
todas lo sentimos.
En
espera del estreno de la gran superproducción convocamos a todas las estrellas
para que no se estrelle y siga adelante. Enhorabuena Juan Carlos, conviertes el
carbón en oro y el oro en sentimientos, como dice la canción que todo te vaya
bueno bonito.
NOTA:
Este texto fue escrito por el propio Juan Carlos durante su jornada de trabajo,
necesitaba subirse el ánimo y que mejor forma que inventarse un nuevo sueño
(aunque estuviese desfasado) para aderezar un libro que se sube de tono con
cada nueva interpretación.
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