Escribir un poema se parece a un orgasmo:
mancha la tinta tanto como el semen,
empreña también más en ocasiones.
ÁNGEL GONZÁLEZ
La alegría de sus ojos
contra el odio de su boca
desatan batallas en mi interior,
y es tal su mísera grandeza
que como nenúfar reflota
sobre su propia belleza.
Gracia
Esquiva
Nace
Muere
Aniquila.
Sus palabras son piedras preciosas
que transforman la calma del paisaje
en miedo hacia la caída;
y cuando mis rodillas tocan el suelo
borbotan sangre
en el daño cargada de ira.
Gracia
Esquiva
Nace
Muere
Aniquila.

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