Entre nosotros y en estos años lo
que cuenta no es ser un escritor latinoamericano sino ser, por sobre todo, un latinoamericano
escritor.
Julio Cortázar, “Clases de
literatura”
Cortázar lúdico:
Muchos de sus textos invitan al
juego. La novela Rayuela es el caso más emblemático: desde la página inicial el
autor ofrece la posibilidad de seguir una
lectura lineal u otra que se bifurca en un recorrido a los saltos. También allí se presenta el glíglico, lenguaje e
invención del amor. “Final del juego”, “Graffiti”
y “Continuidad de los parques” son otros textos que proponen esta línea en complicidad con el lector, ya sea
desde la trama, la materialidad de la palabra, la construcción de personajes.
Se trata de jugar sin solemnidad pero de
la manera más seria posible.
Cortázar político:
En una de sus clases, Cortázar se
refiere al impacto que su primera visita
a Cuba (1962) produjo en su concepción política del mundo. La intervención en
Nicaragua y su colaboración con la defensa de los derechos humanos, en particular
renunciando los crímenes de la dictadura en la Argentina, lo ubican en un alto
nivel de compromiso. Este posicionamiento puede rastrearse en textos como Reunión
y El libro de Manuel, sobre el que cedió derechos para solventar gastos de
defensa de los presos políticos argentinos.
Cortázar poético:
Lo poético desborda su prosa. Alto
el Perú, Los autonautas de la cosmopista, Salvo el crepúsculo, Último round se
apoyan en el ritmo poético. Prosa del observatorio suma la fotografía y
construye una visión poderosa que va más allá del verso.
Rayuela en su conocidísimo capítulo
7 sintetiza esta propuesta. La música también, fundamentalmente el jazz,
conduce muchos textos como “El perseguidor”, Pameos y Meopas y nuevamente Rayuela.
En todos ellos se cuela una mirada extrañada del mundo que no se atiene a
estructuras sino que las reinventa.
Cortázar cronista de su tiempo:
Él nos ubica en un rol de lectoras y
lectores activos y presentes. Las referencias a las noticias, a los lugares, a
los conflictos, a la libertad de prensa son constantes en su prosa, que da
cuenta de un hombre comprometido con su tiempo, atento observador de la
realidad. Así, Nicaragua tan violentamente dulce y La vuelta al día en ochenta
mundos son testimonios vitales para la sociedad actual.
No hay comentarios:
Publicar un comentario