Para enamorarte todavía más de la ciudad
http://www.traveler.es/experiencias/galerias/un-paseo-historico-por-berlin-en-15-peliculas/1068/image/53104
-
Un paseo histórico por Berlín en 15 películas (como la imprescindible 'El cielo sobre Berlín')
Más de un millar de películas se han rodado en Berlín y en cada una de ellas la ciudad no ha sido un escenario, ha sido una protagonista más. Se ha ido transformando, además, en muchas ciudades desde que empezara a marchar esa maquinaria de ficción llamada cine: a la gloriosa urbe de entreguerras, le siguió una ciudad totalmente destruida y posteriormente dividida que ha llegado a ser la capital europea con la que sueñan tantos emigrantes. Pasear por Berlín es pasear por su memoria y todas estas ciudades tan diferentes hoy sólo se podrían imaginar si no fuese por el cine. Te proponemos estas 15 películas para que te des un paseo histórico por el presente y el pasado de Berlín.
-
Berlín, Sinfonía de una ciudad (1927)
Aproximadamente el 80% del patrimonio monumental de Alemania fue destruido durante la II Guerra Mundial. Por eso Berlín, sinfonía de una ciudad tiene un valor histórico incalculable: esta película muda de inspiración soviética nos sumerge en un día cualquiera en el centro del Berlín de 1927, un Berlín que ni conocimos ni conoceremos ya que quedaría reducido a escombros unos años más tarde. Probablemente sólo el río Spree haya permanecido inmutable desde entonces. De la catedral de Berlín, como tantos otros edificios y monumentos de los que retrata la cámara de Walter Ruttmann, sólo conocemos su reciente reconstrucción . Y otros, como el Palacio Real de Berlín, no se podrán volver a visitar hasta 2019. -
Cabaret (1972, ambientada en 1931)
“Wilkommen, bienvenue, welcome, im cabaret, au cabaret, to cabaret!” El Berlín que resurgió de la Gran Guerra era un Berlín cosmopolita, una metrópoli cultural de noche libertina y pendenciera. Por desgracia, el Berlín al que canta la Sally Bowles de Liza Minelli en Cabaret es ya el de un Berlín en caída libre hacia el infierno. Es 1931, el nazismo va asomando la cabeza y la amiga judía de Sally, Natalia Landauer, ya puede vislumbrarlo desde su mansión de Dahlem, el barrio-bien por excelencia de Berlín, cuando le arrojan los restos de su perro a los pies. Savignyplatz y su estación de S-Bahn o el céntrico parque de Tiergarten también hacen su cameo en esta película rodada íntegramente en Alemania pero no por entero en Berlín.
-
El Hundimiento (2004, ambientada en 1945)
En una declaración de principios en toda regla, hoy por hoy no queda ni rastro del lugar donde se desarrolla la mayor parte de la trama de El Hundimiento. Es debajo de uno de los aparcamientos de la zona residencial de la Wilhelmstraße, a poca distancia de la Puerta de Brandenburgo y de la Potsdamer Platz, donde se encontraba el búnker más célebre de la Segunda Guerra Mundial. Allí pasó Hitler sus últimos días. Celebró su 56 cumpleaños, se casó con Eva Braun y se suicidaron como marido y mujer cuando el final del III Reich era ya inminente. -
Alemania, año cero (1947)
Roberto Rossellini se plantó en lo que quedaba de Berlín en 1947, hizo un casting entre actores no profesionales y rodó el tercer capítulo de la quintaesencia del neorrealimo italiano: la trilogía de Roma, cita aperta, Paisà y esta Germania, anno zero. El resultado es devastador. Edmund Kohler tiene trece años y deambula por el centro de Berlín con el único objetivo de sobrevivir y ayudar a sobrevivir a su familia. El telón de fondo es un Reichstag que ya sólo es una escombrera y la yerma explanada del Tiergarten, cuya madera sirvió para calentar los hogares alemanes durante la Segunda Guerra Mundial. La penuria era tal dentro y fuera de la pantalla que muchos actores escaparon cuando llegó el momento de la repatriación después de grabar los interiores de la película en Roma.
-
Sonnenallee (1999, ambientada en los años setenta)
¿Cómo era vivir en el lado oriental del muro? Sonnenallee retrata la vida de unos adolescentes a finales de los años setenta en los alrededores del paso fronterizo de Sonnenallee, una zona altamente militarizada donde los controles eran frecuentes. Sonnenallee es una de las arterias de Neukölln y si la conoces, probablemente no la podrás reconocer en esta película. Eso es porque no está grabada en la calle real, sino en los estudios Balbersberg en Potsdam, los más grandes de Europa. Ante la incapacidad para encontrar escenarios adecuados para grabar Sonnenallee en 1999, se construyó en ellos el set “Berliner straße” ambientado en el Berlín Este y que después sirvió de escenario durante quince años a decenas de películas, entre ellas Inglourious Basterds de Tarantino. -
Yo, Cristina F (1981)
Muchos institutos de la RFA invitaban a sus adolescentes en los años ochenta a leer Los niños de la estación del Zoo para que se hiciesen una idea de su probable destino si se les ocurría empezar a flirtear con las drogas. La historia autobiográfica de Christiane F se convertiría en película en 1981. Christiane comienza su declive con 13 años en la ya extinta Sound Diskothek Genthinerstraße, 26, autopromocionada como la “discoteca más moderna de Europa”). Al son de David Bowie, Christiane F empieza con el tabaco, sigue con el alcohol y acaba prostituyéndose junto con tantos otros yonkis en los bajos de la estación de Zoologischer Garten para poder pagarse los chutes de heroína.
-
The Possession (1981)
Sin duda, el Berlín de principios de los ochenta en The Possession es el paradigma del mal rollo en esta lista. La omnipresencia claustrofóbica del Muro es casi tan inquietante como la criatura “cronenbergiana” que se gesta en el número 87 de Sebastienstraße. Los interiores de todas las viviendas también aportan un puntito voyeur si sólo has ido a Berlín de turismo y no lo has visto nunca tan de cerca: estancias espaciosas, ventanas enormes, techos altos, radiadores a prueba de invierno noreuropeo, cocinas ultraequipadas: todo puesto a punto para darle la vuelta al concepto de acogedor y convertirlo en horripilante. Spoiler: es posible que después de ver esta película te plantees si quieres bajar en el U-Bahn de Platz der Luftbrücke o dejarlo mejor para la siguiente estación. -
La vida de los otros (2006, ambientada en 1984)
Berlín Este, 1984. La Stasi sigue de cerca a una pareja de intelectuales y la cosa no acaba muy bien. Las escenas de la cárcel de La vida de los otros fueron rodadas en una prisión real, la antigua Prisión Central de la Seguridad del Estado (Stasi) de la República Democrática Alemana, hoy reconvertida en el sitio conmemorativo de Berlin-Hohenschönhausen. Es posible visitar sus instalaciones previa inscripción. Antiguos presos ofrecen con cierta frecuencia visitas guiadas donde narran su experiencia personal con el sistema de persecución política de la RDA.
-
El cielo sobre Berlín (1987)
Si has visto el clásico de Wim Wenders El cielo sobre Berlín, probablemente no podrás mirar a lo alto de la Columna de la Victoria en el Tiergarten sin la vaga esperanza de encontrarte un ángel observándote sentado. En 1987 sólo ellos podrían cruzar de un lado al otro de un Berlín dividido por un muro del que ya sólo quedan algunos restos que han alcanzado la categoría de símbolo (la célebre East Side Gallery o el museo al aire libre de Bernauerstraße) y la larga cicatriz de ladrillos rojos que recuerda su trayectoria. ¿Qué pensarían hoy los ángeles Damiel y Cassiel si viesen en lo que se ha convertido el descampado que era entonces la hoy futurista Potsdamer Platz? -
Goodbye, Lenin (2003, ambientada en 1989)
La división Berlín Occidental - Oriental sigue siendo hoy estéticamente evidente: la inmensa y homogénea Karl Marx Allee poco tiene que ver con la Ku´damm. Sin embargo, si la convencida socialista y madre de Alexander (Daniel Brühl) en Goodbye, Lenin! viviese para darse hoy una vuelta por Alexanderplatz, se echaría las manos a la cabeza al comprobar cómo se ha convertido en un icono ejemplar del capitalismo, eso sí, bastante menos lujoso que el que preconizaban las galerías occidentales KaDeWe. No habría patraña que Alex pudiese urdir para disimularlo.
-
Corre, Lola, corre (1998)
La Lola de Corre, Lola, corre tiene una misión: llevarle 100,000 marcos a su novio Manni en veinte minutos para que no le maten. El punto de partido es su apartamento, situado cerca de la estación de Friedrichstraße. Manni está en Charlottenburg, cerca de la Deutsche Oper. Antes, tiene que hacer escala en el banco donde trabaja su padre, en la Isla de los Museos, prácticamente al lado de casa. Sin embargo, en su camino, pasa por Schlesischer Tor, Oberbaumbrücke en Kreuzberg o la preciosa plaza de Gendarmenmarkt en Mitte entre otras tantas calles y zonas más o menos turísticas que no le pillan en absoluto de paso. En definitiva, su recorrido no tiene ningún sentido geográfico pero, ¿y lo bien y bonito que se ve Berlín de cabo a rabo desde casa y en menos de hora y media? -
Sommer vorm Balkon (2005)
Berlín no es Baviera. Berlín es, de hecho, relativamente pobre. La precariedad laboral no es desconocida y, de media, un berlinés gana 10,000 euros menos que un trabajador en Múnich. El ex-alcalde de Berlín Klaus Wowereit sintetizó la descripción definitiva de Berlín: poor but sexy. Las protagonistas de Verano en Berlín hacen frente a esta realidad desde su balcón de Helmholtzplatz (en el barrio de Prenzlauer Berg, hoy ejemplo por excelencia del proceso de gentrificación) y se oponen al ideal que los mediterráneos tenemos de Alemania y sus posibilidades laborales.
-
Berlin calling (2008)
Berlín tiene muy claro que es la capital del techno. Prueba de ello es que el DJ Paul Kalkbrenner convirtió los alrededores de la Puerta de Brandenburgo en una rave descomunal para celebrar el 25 aniversario de la caída del Muro. Kalkbrenner es uno de los más reconocidos exponentes de la cultura de club en la capital alemana y debe su fama en gran parte a haberle dado vida al DJ Ickarus en Berlin calling. Ickarus pincha en el Maria am Ostbahnhof Club que cerró para reabrir sus puertas hace tres años con el nombre de Magdalena. El protocolo techno sigue totalmente vigente años después de que se grabara la película: baile espasmódico, individualista y siempre de cara al dj. -
Anna Pavlova lebt in Berlin (2011)
Anna Pavlova vive en Berlín y rompe su rutina de emborracharse, drogarse y liarla por la calle con trabajillos esporádicos que le garantizan una siguiente pastilla de éxtasis. Este documental sigue a una chica rusa de familia pudiente y alemán perfecto, que pierde el norte en el Berlín donde la música techno no se acaba nunca. Anna explota con ansiedad el vicio en Friedrichshain y Kreuzberg, en cada club, en cada open air, y si no, se monta la fiesta ella sola en el parque de turno para no tener que enfrentarse al drama existencial que le espera cuando la música se para.
Oh boy(2012)
Oh boy (traducida al inglés como A coffee in Berlin)
es probablemente la película de esta lista que más empatías pueda
generar en los veinteañeros residentes en la capital alemana. No trata
sobre nada y trata sobre todo y es tan agridulce como la experiencia
auténtica de vivir allí. Niko sólo quiere un café y se mueve en blanco y
negro entre Mitte y Prenzlauer Berg tan perdido como Anna Pavlova
aunque bastante más sobrio. Berlín no es el lugar para encontrar
respuesta. Aún así, envidiamos a Niko por su apartamento en el corazón
de Prenzlauer Berg, a la altura del U-Bahn de Eberswalder Straße. Por
cierto, la película lanza un aviso a navegantes incautos: ¿la gente con la pinta más chunga del vagón del S-Bahn? Esos. Esos son los revisores.
D.R. Texto: Marta M. Mencía
No hay comentarios:
Publicar un comentario