“PARANOIA” gratis en Amazon hasta el 23 de octubre. Descárgalo hoy y guárdalo para siempre en tu Kindle. Últimos días.
Entrada destacada
Libros de Juan Carlos Pazos desde 0,99€
https://www.amazon.com/author/juancarlospazosrios "PARANOIA" https://www.amazon.es/gp/product/B09RTN9R15/ref=dbs_a_def_rwt_hsch_...
domingo, 19 de octubre de 2025
“Para un escritor que se suicidó”. Comienzo de EL LIBRO VERDE (versión autorizada)
Antes de empezar debo contar un pensamiento que me persigue desde hace tiempo. Este consiste en que, una vez que hayas leído mis esfuerzos de escritor, quizás tengas la sensación de que solo has encontrado escombros: desperfectos de una construcción que aniquila a sus moradores, simples errores que se aplastan a sí mismos. Lo que ocurre no es que nadie me entienda, sino que uno no entiende nada. El mundo gira, la gente sigue igual que siempre y el autor busca una muerte recompensada. Recompensada con la fama, con el dinero y con el reconocimiento.
Seguro que hay personajes que buscan dobles significados en mis palabras, mensajes ocultos donde se revelan grandes verdades, verdades oscuras. En definitiva: no los hay. Soy un ser simple, en su día pendenciero y sinvergüenza; hoy, sin respuesta y perruno, acomodado, al fin y al cabo. No busques, pues, grandes recompensas en mis escritos.
Ahí están, para muestra, las historias y los sueños que os cuento. Lo que hago con las palabras se reduce a un baile en el que repito siempre los mismos pasos y notas: un poco de mi vida, unas nociones de religión casera (sí, existe la religión casera, la inventé yo) y mucho de la mujer que más me odia. Con eso, y con la ayuda de la música que me acompaña cuando escribo, todo está hecho. Ante la mezcla mágica, hasta el propio creador se queda perplejo. Desde el punto de vista productivo, la fórmula tiene éxito: cuatro novelas y diez poemarios acabados dan muestra de ello. Desde el punto de vista de la calidad, quizás flojee. No debiera ejercer la autocrítica —cualquiera puede notar que mi opinión nace del meollo de la subjetividad—, pero aun así hoy quiero castigarme, flagelar la vanidad con mis trucos baratos de comediante y exhibicionista.
Como canta Barricada, «ninguna bandera me pone carne de gallina», ni siquiera la propia. Si quieres leerme (al final lo estás haciendo), no te sofoques, pues. Aquí no buscamos grandes metas, aunque tampoco dudamos de la capacidad intelectual de los compañeros de viaje. Cualquier hijo de vecino necesita literatura liviana, aunque venga acompañada de un exceso de metáforas.
Llegado a este punto aparece el momento en que el autor no sabe qué escribir y escribe lo primero que se le ocurre, algo así como que no se le ocurre nada. Otra forma de hallar una salida consiste en recoger una palabra del disco que escucha en ese momento; o mejor aún, agarrar un libro de otro autor y no soltarlo hasta haberle robado la esencia, transponiendo con otras palabras su ritmo interno. Sí, estáis en lo cierto: cualquier truco vale para avanzar en este viaje de palabras.
Se prepara la gran explosión para crear el universo que algo, alguno, quizás tú, ha creado para nosotros. Seamos felices con lo dado, aunque nos rodee la tristeza. Todavía podemos respirar aire, todavía podemos hacer el amor; forniquemos entonces como posesos hasta que el mundo se acabe: la causa lo merece (yo también lo intento).
Ahora la pregunta parece obvia: ¿por qué seguir adelante? Solo para pasar el tiempo, para quedar estancado en el tantas veces repetido punto de partida. Ignoro la respuesta; ya os dije entre líneas que soy un ignorante. Solo espero la caridad o el compadreo, o ambas cosas a la vez; nada importa. Tampoco mi religión casera (a mí solo me ha dado quebraderos de cabeza). Y, sin embargo, sigues leyendo: ¿será magia?
Seré breve porque los textos largos parecen una cárcel, muy bien decorada, pero cárcel, al fin y al cabo. Ignoro si hubiera comprado un libro mío de haber sido de otro. Digo «uno» porque estoy imaginando las próximas críticas que nos separan: que el texto no avanza, que al final no dice nada, que resulta una mezcla rara entre poesía y pornografía, un títere sin pies ni cabeza, un engendro del malestar. No os cortéis: es lo que pensáis. Nada importa.
David Foster Wallace se suicidó —creo que con una escopeta o un rifle (no sé si son lo mismo)—. Nada importa. He leído algo de él, algún ensayo, y me ha cautivado. ¿Soy yo su sucedáneo? La canción dice que «he perdido mi apuesta por el rock and roll». Para los ávidos de señales o datos, diré que la escucho en el disco en directo Pequeño cabaret ambulante de Enrique Bunbury. Ya lo sé: está mal mostrar los engranajes, pero estoy harto de lo que está bien y lo que está mal. Soy un iluso; solo escribo esta línea para añadir una más a un párrafo en el que salen dos grandes autores.
Me gusta mencionar nombres y asociarlos con sensaciones. Nace así otro recurso, muchas veces repetido, aunque no por ello menos odiado. No voy a abandonar este barco que se hunde: necesito un poco de sal para mi rodaballo (otro recurso: mencionar algo que no tiene nada que ver con lo que se escribe. Rompe el ritmo y despierta). Entretanto, podéis poner la sartén al fuego y empezar a calentar el aceite: tengo hambre y necesito vitaminas para continuar.
Continuemos con una referencia a la actualidad, esa que sale en los telediarios y los periódicos: «los alumnos del Ciclo de Artes Gráficas se manifiestan por el uso del tolueno, compuesto tóxico que emplean en sus clases prácticas». En el disco Enrique brama: «Él va pidiéndole a Dios que se lo lleve con ella… Por eso va buscando la muerte». No me reconozco en lo que digo. Llega el momento del desvarío, uno de esos que ponen de los nervios a mis detractores. Di algo más, Enrique, te necesito.
La escritura parece ya entrecortada, como si el autor se hubiera tomado algo para sacar palabras de donde no las hay. La canción termina, no las palabras. Ha llegado el momento de la verdad: estás pensando un final, un final que nunca habría imaginado que llegaría (y perdón por repetir el verbo, me gustan los juegos de palabras). En el disco el público pide «otra», repetidamente. «¡Bravo, bravísimo!» —esto lo digo yo—.
Llega el tango final: agárrate a mis michelines, objeto de comida basura como mis escritos. No esperéis peras del olmo: el mundo se acaba, el ensayo está completo y ha regresado a su punto de inicio. ¿A que no he añadido nada que no supieras antes? Muchísimas gracias por haber llegado hasta aquí. De cualquier forma, esto solo acaba de comenzar. Os espero en el próximo sueño.
Ahora necesito descansar y olvidar que no he hecho nada. Necesito pensar en objetivos, en falsos logros, en creerme artista para todo lo que propongo… y aun así no llegar ni a simple artesano. Solo escribo basura: errores que se aplastan por sí mismos, casi como una buena película erótica de esas que tanto nos gustan y que abandonamos a los quince minutos por lo que nos provoca.
sábado, 18 de octubre de 2025
Crítica de “Una batalla tras otra”
Aquí tienes una crítica de la película Una batalla tras otra (2025), dirigida por Paul Thomas Anderson y protagonizada por Leonardo DiCaprio — repasando sus aciertos, sus fallos y lo que aporta al cine contemporáneo.
✅ Lo que funciona
- Ambición formal y visual: La película se muestra como un espectáculo visual de gran escala — rodaje en celuloide, uso de formatos amplios (VistaVision según algunas críticas) que aportan majestuosidad.
Además, Anderson aparenta en esta ocasión elegir un estilo un poco más sobrio, menos «gourmet» en el sentido de florituras formales excesivas, lo que ayuda a mantener el ritmo a pesar de su duración. - Un reparto potente y actuaciones destacadas: Con DiCaprio al frente, y nombres como Sean Penn, Benicio Del Toro, la película tiene caras capaces de sostener los momentos más extremos de tono. Las críticas resaltan que Penn entrega «uno de los villanos más memorables» recientes.
- Mezcla de géneros y tono arriesgado: La película combina thriller, sátira, acción, reflexión política/social — lo que le da identidad propia. Las críticas lo ven como algo visceral y dinámico, con momentos divertidos, intensos y emocionalmente tensos.
- Reflexión política y social: Aunque envuelta en una estructura de acción, aborda temas como la militancia, la revolución, la represión, el desengaño ideológico, el paso del tiempo — lo que le da un plus de profundidad más allá del simple entretenimiento.
❗ Lo que no termina de convencer
- Duración y ritmo: La película es larga (cerca de tres horas según algunas fuentes) y para algunos espectadores esa extensión no está justificada por el guion o la profundidad de todas las subtramas. Los críticos señalan que «muchos episodios nunca se retoman» o no quedan del todo claros.
- Guion irregular / exceso de ideas: A pesar de la potencia visual y temática, se critica que el guion se dispersa: demasiados personajes, saltos de tono, mezcla que en algunos tramos provoca confusión sobre cuál es el foco principal. Ejemplo: ¿acción de persecución? ¿drama político? ¿sátira social? A veces parece querer abarcarlo todo.
- Mensaje ideológico poco claro: Algunas reseñas argumentan que, pese a la ambición, el discurso político queda difuso o demasiado simbólico sin llegar a concretar plenamente sus ideas. Por ejemplo, el comentarista Bret Easton Ellis señala que «su prestigio se sostiene más por postureo que por méritos reales».
- Reacciones polarizadas: Hay una clara división entre quienes la consideran una obra maestra contemporánea y quienes la tachan de pretenciosa, excesiva o desconectada. Por ejemplo, el crítico Carlos Boyero habla de ella como «una de las más tontas e insoportables del año».
🎬 Mi valoración general
En conjunto, “Una batalla tras otra” es un filme importante, y uno que merece verse, sobre todo si te interesa un cine que mezcla espectáculo, reflexión y riesgo.
– Si clavas tu expectativa en el “gran” Anderson —visualmente imponente, intelectualmente estimulante— entonces casi cumple con creces.
– Pero si esperas un guion compacto, clara línea narrativa y un mensaje que no necesite decodificarse, puede resultar frustrante.
Yo le pongo un 7,5/10: mucho que admirar (dirección, ambientación, actuaciones) pero también algunas fisuras que impiden que sea “la obra maestra indiscutible” que muchos predicen.
🔍 Recomendación
– Ve esta película si te gustan los cineastas que se arriesgan, te interesa la política ficcionada, te atrae el cine con ritmo, acción y reflexión.
– No la veas si prefieres historias más contenidas, de duración moderada, y con un mensaje claro y sencillo.
– Y al salir del cine, tómatela con calma: seguramente querrás debatir qué significa, qué se quedó por contar, y cuál es tu posición ante los dilemas que plantea.
Promoción del 19 al 23 de octubre: Novelas gratuitas
Os escribo para compartir algo especial: mis novelas estarán completamente gratis desde mañana domingo 19 de octubre hasta el 23 de octubre.
Si os apetece darles una oportunidad, os dejo los enlaces aquí abajo.
Importante: Esperad al domingo 19 de octubre para descargarlas, que es cuando empieza la promoción gratuita.
Si os gustan las historias, os agradecería enormemente que dejaseis unas estrellas y una reseña, aunque sea breve. Esas valoraciones son vitales para que las novelas lleguen a más lectores.
Muerte y orfandad:
Paranoia:
Gracias de antemano por vuestro apoyo. Significa muchísimo para mí.
-
Reuters | EP | San Francisco Actualizado viernes 11/01/2013 09:49 horas http://www.elmundo.es/elmundo/2013/01/11/navegante/1357892...
-
Tienda de la cadena de moda Zara en Oxford Street (Londres). / Dani Bosque (EFE) La crisis no va con Inditex. La emp...
-
ELMUNDO.ES | Madrid Actualizado jueves 10/01/2013 21:35 horas Rolls-Royce Motor Cars ha revelado hoy sus resultados récord de ve...