El McLaren 12C Spider, con sus 625 CV, en una versión en color naranja.
03-12-2012
Joaquim Oliveira
No es fácil encontrar un deportivo que ruede tan deprisa, en recta o en curva, con tanta eficacia y agilidad como el McLaren Spider. Los principales mandos de conducción son precisos y dan toda la información necesaria para que la relación con la carretera sea lo más íntima posible. El coche alcanza 200 km/h en breves nueve segundos, una velocidad a la que se accede de manera tan sencilla que cuesta explicarlo en palabras.
Exteriormente no existen muchos cambios entre este Spider y el cupé, aparte del hecho de que la capota es de lona y se puede recoger eléctricamente en un compartimiento detrás de la cabeza de los ocupantes. Ésta es una operación que dura 17 segundos con el coche parado o en marcha muy lenta (hasta 30 km/h). El Spider añade funcionalidad a la versión cupé ya que este compartimiento para la capota puede ser usado como segundo pequeño maletero, lo que amplía el volumen de carga hasta los 196 litros cuando la capota está abierta.
En el centro, en la zona media y baja de la consola central sólo están los mandos de la conducción, como el botón para conectar y apagar el motor, el control de estabilidad y otro similar de cambio de respuesta del motor. El botón Winter limita la entrega de par motor en situaciones en que el agarre del asfalto sea precario, mientras el Launch acciona el arranque tipo cohete, es decir, que sale desde cero con la máxima aceleración sin que las ruedas patinen.
Imagen del cuadro de mandos del Spider.
McLaren emplea fibra de carbono en coches desde hace más de 30 años, y fue la primera escudería de F1 que construyó un monoplaza con este material, en 1981. Su primera victoria la consiguió de las manos de John Watson, en el GP de Inglaterra en ese mismo año. Pero este 12C logra ser superior a los F1 de hoy en algunos aspectos técnicos como, por ejemplo, el sistema de frenada por la dirección, el nombre con el que se define una función alargada del sistema de control de estabilidad, ilegal en la disciplina reina de las competiciones de motor. Se trata de una vectorización de par que aplica fuerza de frenado a la rueda interior en la curva para 'traer' el coche hacia dentro y evitar la tendencia natural para alargar la trayectoria hacia el medio en la salida. Otros dispositivos que también están prohibidos en la F1 son los alerones dinámicos, que este McLaren utiliza. Cuando frenamos por encima de los 95 km/h, el alerón trasero se alza para generar mayor resistencia aerodinámica al avance del coche aumentando la presión sobre el eje posterior y permitiendo así que los frenos sean efectivos.
El motor de gasolina de 8 cilindros en V y 2 turbos ha tenido algunas revisiones que han incrementado la potencia de 600 a 625 CV. Así, esta unidad de sólo 3,8 litros de cilindrada se convierte en el exponente máximo mundial en cuanto a potencia específica, con nada menos que 164,5 CV/l.
En la zona central se encuentran los botones para conectar y apagar el
motor, el control de estabilidad y otro similar de cambio de respuesta
del motor.
Como consecuencia, las prestaciones y consumos son iguales o muy similares a los del cupé: los mismos 3,1 segundos de 0 a 100 km/h, 9 de 0 a 200 km/h (0,2 décimas más), 328 km/h de velocidad máxima (5 km/h menos) y el mismo consumo mixto homologado de 11,7 l/100 km.
Las prestaciones de este descapotable ya han encandilado al futbolista Cristiano Ronaldo, que ya ha hecho un sitio en su garaje al Spider.
Más info: www.spider.mclaren.com
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