Mi amigo Mario entiende mucho de
flujos, conductos y válvulas. Estuvo dos años estudiando al más alto nivel la
forma de manipular todos estos fundamentales objetos sin verse menospreciado.
Su negocio consiste en hacer estropicio, para luego aparecer como salvador de
lo poco que queda de humanidad en una catástrofe total. ¡Hay una inundación en
el baño! ¿Alguno de ustedes es fontanero? Yo lo soy, contesta él, y sale al
mundo dejando de lado el Martini con ginebra.
Hacer negocios hoy en día es muy
simple, sobre todo con ingenio y habilidades. Reproduzco el plano del local, en
mi mente, con la intención de encontrar la salida. Mis pantalones mojados son
una prueba del delito, además estoy cansado de tanta juerga.
Dan ganas de borrar el párrafo
anterior, pero tengo el firme propósito de no suprimir nada. Sí, estoy
sediento, sediento de la droga más dura, ésa que llaman comunicación. Ahora me
doy cuenta de que aquello formaba parte de una encerrona, y tengo que daros
información para que no caigáis en ella. Pero antes de nada, y hablando de locales y flujos, voy a hacer una
labor de Marketing, así os informo de que Doble Moral abre desde medianoche
hasta la madrugada. Si os pasáis por allí, podéis encontrarme rompiendo los
retretes, una sana labor para un aprendiz de fontanero.
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