Entrada destacada

Libros de Juan Carlos Pazos desde 0,99€

  https://www.amazon.com/author/juancarlospazosrios "PARANOIA" https://www.amazon.es/gp/product/B09RTN9R15/ref=dbs_a_def_rwt_hsch_...

martes, 20 de enero de 2015

Crítica de "Corazones de acero"

"Corazones de acero" (lamentable título español del mucho más sugerente "Fury") empieza de forma rotunda y contundente. David Ayer demuestra de qué material está hecho y confirma todo aquello que sus films previos habían permitido anticipar, y es que es un autor con una capacidad para gestionar imágenes por encima de la media. Ya lo había dejado claro no obstante en "Sabotage", su otro film de 2014 protagonizado por Arnold Schwarzenegger, que funcionaba exclusivamente como un ejercicio de estilo que podía recordar -a veces- a Peckinpah o sin irnos tan lejos, a Fuqua.  
Tristemente tenía un mal guión y era algo insalvable, pero en "Corazones de acero" hay un libreto sólido, hay una buena construcción de personajes y sobre todo, hay momentos de observación genuinos, que hacen de este film uno destacable dentro del cine bélico. No excelente, tampoco notable, pero sí rescatable de entre toda la producción del género de los últimos años, sobre todo si sabemos valorar en su justa medida su propuesta visual, que remite induscutiblemente a "Apocalypse Now" de Francis Ford Coppola, tendiendo un pequeño hilo a la monumental "La delgada línea roja" a la hora de conferir el punto de vista a un personaje atrapado donde no querría estar.

Lo primero que nos encontramos en esta “Furia” descontrolada es la profundidad de su imagen. En un atisbo de alarde técnico, Ayer deja delante lo que importa y detrás lo demás, un ejercicio que parece apuntar a una idea inicial en tres dimensiones, que aún vista en las 2 tradicionales, le da un soplo poderoso a ese despliegue técnico que se espera de una película como ‘Corazones de acero’. Las escenas de acción bélica están rodadas con gran acierto, y se convierten en lo más interesante y emocionante de toda la cinta, aunque, por suerte, Ayer reserva un espacio para presentarnos microrrelatos de sus personajes.
En el campo interpretativo destaca un Brad Pitt que recuerda a su vengativo personaje de ‘Malditos bastardos’ (Quentin Tarantino, 2009): la misma actitud, la misma cara e incluso se intuye un parecido en sus palabras y forma de expresarse. Da la sensación de que repite personaje, pero con Tarantino funcionó, y con Ayer no se queda atrás. Pero el trabajo de Brad Pitt funciona mejor en grupo, en ese grupo de 5 actores que empata tan bien y que forma un ente único alrededor de la historia.

En definitiva, véanla y disfrútenla como lo que es: una cinta de acción muy bien ejecutada y seria, con un telón de fondo interesante e histórico que mostrará crudamente las miserias de la humanidad y los ideales por los que lucharon ambos bandos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario