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miércoles, 29 de mayo de 2013

Mi vida en 4G

Llega a España la cuarta generación de telefonía, que permite ver vídeos sin interrupciones

Los operadores esconden los precios y los límites de descarga

 
Suecia es conocida por Abba, el grupo que dignificó Eurovisión, por los premios Nobel y en las últimas semanas por los disturbios sociales. Pero este extenso país de nueve millones de habitantes, también es pionero mundial es una tecnología apenas incipiente en Europa y totalmente inédita en España: la telefonía móvil de cuarta generación o 4G.
El 4G, dejando al margen las especificaciones técnicas, es un milagro para el abonado, De pie, frente a la parada del ferry de Skeppsholmen, una de los cientos de islas del archipiélago de Estocolmo, un viajero se descarga un vídeo de YouTube y lo ve sin retardo alguno, como si encendiera la televisión. No sufre ninguna espera para acceder al vídeo y, lo que es más asombroso, sin que a los pocos segundos de arrancar, la imagen se detenga mientras un círculo en el centro de la pantalla da vueltas esperando a que se recupere el movimiento de las imágenes. Es el temido buffering, ese atasco que impide ver en el móvil o la tableta un vídeo en streaming de un tirón con cualquier conexión (incluyendo wifi). El 4G elimina este obstáculo gracias a que su tiempo de retardo (la denominada latencia) es al menos quince veces inferior que la del 3G, la tecnología actual, lo que permite, por ejemplo, jugar online con otras muchas personas sin temor a que deserten la mayoría de ellos por impaciencia.
En Suecia, TeliaSonera lanzó esa tecnología milagrosa en 2009, por primera vez en el mundo y cuatro años antes de que en España se estrene hoy con Vodafone. La operadora ha dado de alta desde el lunes a poco más de 2.000 clientes en este servicio. En el país nórdico, alrededor de 200.000 disfrutan del 4G, tienen cobertura más de 500 municipios y en Estocolmo es casi total.
En pleno centro de la Gamla Stan la ciudad vieja de la capital, acceder a una página como la de EL PAÍS con el móvil de la operadora nórdica es instantáneo, incluso más rápido que desde un PC con conexión ADSL en España. Si te atreves a sacar el móvil con la SIM de una compañía española, puedes tardar más de un minuto en que se complete todo el contenido gráfico de la pantalla (y cuidado con el coste del roaming), porque se engancha a la red 3G de una compañía local, y la magia desaparece. Un simple test de velocidad explica el salto milagroso entre una tecnología y otra: 34 Mbps. La velocidad teórica de descarga del 4G es hasta 150 Mbps, aunque la media es de entre 20 y 40 Mbps, aún así más del triple que una conexión estándar de ADSL.
Otro de los muros que derriba el 4G es el de las descargas. Por fin descargarse una película, un documental o un partido de fútbol desde el móvil o la tableta no será una quimera o un engaño publicitario. En cinco minutos se puede bajar una película de 1 Giga mientras tomas un té en una cafetería frente al Teatro Nacional, en la bahía de Estocolmo. Y le toma más tiempo al terminal instalar una aplicación que descargarla. Un hecho completamente inimaginable con el 3G.

Nadie sabe lo que valdrá el 4G

Pero no todos son ventajas. El 4G, como toda novedad, plantea interrogantes. El primero, aún no resuelto en España, es el precio. Nadie sabe lo que cuesta la conexión 4G porque ninguna compañía se atreve a decir lo que va a cobrar. Yoigo, filial de TeliaSonera, que lanzará el servicio el 18 de julio, ha dicho que incluirá gratis el 4G a sus clientes de contrato. Orange, que se estrenará el 8 de julio, aún no ha comunicado ninguna política de tarifas y Vodafone ha asegurado que salvo las tarifas más elevadas (Red3 y Red4), los demás clientes deberán pagar una cuota de 9 euros al mes (hasta septiembre será gratis con carácter promocional).
Pero esas tarifas tienen su letra pequeña porque, a diferencia de la banda ancha fija, en el móvil no hay tarifas planas ilimitadas. Todas las operadoras ponen un límite de datos (entre 500 Mbps y 3 Gigas según la tarifa). Cuando rebasas ese límite, la velocidad se reduce al mínimo. Y en el 4G tampoco va a cambiar ese sistema. Seguirá habiendo límites, pero aún no se sabe cuántos. Los actuales del 3G se quedan cortos porque la velocidad de descarga se va a multiplicar hasta por diez. En Suecia, hay tarifas desde 2 hasta 16 gigas para el 4G. La de 10 Gigas cuesta 92 euros (voz y SMS ilimitados incluidos).
En España, ningún operador ha dicho dónde pondrá el límite. “No puede haber tarifa ilimitada como en la voz o la banda ancha fija porque acabaríamos de un plumazo con la capacidad de crecer de esta tecnología, saturando las redes. Vamos a cobrar según los gigas. Aún no hemos decidido esa oferta comercial”, señala Eduardo Taulet, consejero delegado de Yoigo.

Problemas de cobertura y terminales

Otro de las grandes hándicaps es la cobertura. Para empezar, solo las grandes capitales españolas disfrutarán este verano de los primeros pasos del 4G. Vodafone se estrena en siete ciudades (Barcelona, Bilbao, Madrid Málaga, Palma de Mallorca, Sevilla y Valencia) al 55% de cobertura. Orange lo hará en seis (Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Málaga y Murcia) y Yoigo empezará en Madrid.
Un problema añadido es que la cobertura que prometen los operadores es sólo válida para exteriores porque en el interior de los edificios baja considerablemente. La causa es que ahora solo disponen de las frecuencias de 1800 Mhz y 2600 Mhz aptas para sitios abiertos, pero no las de 800 Mhz, que funcionan mejor en interiores, aún no disponibles porque están ocupadas por las cadenas de televisión. El Gobierno ha prometido desalojarlas antes de que enero de 2014, pero los operadores desconfían de que cumpla la promesa.
Y queda el no menos espinoso asunto del terminal. En este caso, es un problema de falta de oferta y, sobre todo, de precio. Para acceder a la red 4G hace falta un móvil que soporte este estándar. Y por ahora los fabricantes disponen de pocos modelos en el mercado y los que están en venta son muy caros (entre 400 y 700 euros) porque son sus terminales de más alta gama. Entre los actualmente disponibles están Samsung Galaxy S4, Sony Xperia Z y SP, LG Optimus G, HTC One, Huawei Ascend P2, Nokia Lumia 920, BlackBerry Q10 y las tabletas Sony Xperia Tablet Z. En todos ellos, los clientes de Vodafone deben bajarse la actualización disponible en el menú de sus terminales y luego darse de alta en el servicio.
Apple, como siempre, va a lo suyo. El iPhone 5 y su última generación de tabletas iPad, soportan el 4G, pero precisan de una actualización que la marca de la manzana aún no se ha decidido a colgar en su tienda.

10 playas para junio

De Cala D'Hort, en Ibiza, a la cala de La Concha, en el islote de Lobos, en Fuerteventura, arenales tentadores para disfrutar con la calma previa a la temporada alta

















Vista de cala Macarelleta, en Menorca. / Michele Falzone
Primavera en las playas. La temperatura del agua crece de forma directamente proporcional al de los precios, aún moderados. Se activan las tentaciones para los sentidos. No se registran aglomeraciones junto al mar, al menos hasta la noche de San Juan, fecha oficiosa del comienzo de la temporada alta. Hasta tanto llegue, he aquí 10 citas de indudable visita.

01 De calidades estupefacientes

MACARELLA Y MACARELLETA (MENORCA)

Alojarse en el hotel-spa Audax de Cala Galdana tiene a su favor encontrarse a 25 minutos a pie de la Macarella y Macarelleta, algunas de las playas más encomiables entre los 8.000 kilómetros de costa española. De esta manera se esfuma como por encanto el agobio de acceder en coche. En agudo contraste con Cala Galdana, llegar a la Macarella aprovechando la gran escalinata de madera es toda una voluptuosidad. Una invitación al baño sin tapujos; a llegar a pie, o mejor a nado, a la Macarelleta. En la Macarella contaremos además con las ensaladas del chiringuito Susi (971 35 94 67) y una piscina natural centelleante y adánica enclavada al término de un barranco que estuvo en un tris de urbanizarse. El Audax organiza recorridos en kayak por estas costas.

02 Despelote universal

BARRA (CANGAS DE MORRAZO, PONTEVEDRA)



Playa de Barra, en Cangas de Morrazo (Pontevedra). / Turgalicia
La de Barra brilla a la altura de las más grandes entre las playas nudistas españolas. Los bañistas en cueros sienten este magnífico pinar marítimo como algo propio: fue plantado hace seis décadas a fin de evitar el avance dunar sobre las viñas, y hoy está declarado Espacio Natural Protegido Dunas de Barra y Costa de Soavela. El agua se presenta remansada, muy fría dicho sea de paso; y las montañas arenáceas, de fina textura, guardan parentesco con la que alfombra las islas Cíes, cuyas moles se recortan contra el horizonte, junto con la silueta de punta Subrido, Vigo, las bateas, el perfil de algún carguero, prestando a Barra un magnífico decorado. No se entiende Barra sin visitar después el cruceiro de Hío y, en julio, degustar santiaguiños (langostas enanas) y nécoras en el restaurante Doade (986 32 83 02).

03 Paellas y atardeceres

CALA D’HORT (SANT JOSEP DE SA TALAIA, IBIZA)



Cala D’Hort, en Ibiza. / Michele Falzone
Del asombro que despierta esta playa a los pies de cantil es responsable el islote de Es Vedrà, Catedral del Mediterráneo para unos, base de ovnis para otros, que se dispara 382 metros hacia arriba, cónico y mayestático, junto a Es Vedranell, a 2 kilómetros de la orilla. En uno de los extremos de la playa perduran los habitáculos donde se guardaban las cabras que aún se crían en los islotes. Cala D’Hort dispone de una oferta gastronómica muy suculenta centrada en las paellas. Sin embargo, el restaurante El Carmen (971 18 74 49), todo un clásico, va más allá e invita a paladear su bullit de peix (arroz abanda) y su guisat de peix (caldereta de pescado). Las puestas de sol, con la costa de Denia (Alicante) en lontananza, también se cotizan muy alto.

04 Castillo ibérico

PLAYA DEL CASTELL (PALAMÓS, GIRONA)



Playa del Castell, en Palamón (Girona). / G. Esaín
Se trata de una de las contadas playas costabravenses arenosa y de cierta amplitud que ha burlado los desmanes de la era del ladrillo. Congratulémonos, pues, de este arenal preturístico. Castell presenta una entrada uniforme a un mar limpio; se camina 15 metros mar adentro sin perder pie. Aplicando la sabiduría que el escritor Josep Pla poseía de los vientos reinantes, comprobamos que al lado de las construcciones rústicas se gana la protección del levante, mientras en el otro extremo de la planicie, encontraríamos la defensa del garbí, viento sur-suroeste que arrecia en verano a partir del mediodía. El aparcamiento a la playa cuesta 5 euros diarios.
La toponimia Castell hace referencia al promontorio cuya cima ocupa un poblado ibérico fortificado y romanizado (siglos IV a.C.-II d.C.). A pie se llega a la playa en 15 minutos desde La Malcontenta, exquisito establecimiento de arquitectura modernista. Aprovechar el Menú de la Gamba (36 euros de día, 20 por la noche) que se sirve hasta el 14 de julio en muchos restaurantes de la zona.

05 Arenas del Ebro

EL FANGAR (DELTEBRE, TARRAGONA)



Dunas y faro de El Fangar, en el parque natural del Delta del Ebro. / Louis Marie PREAU
Tomar en Deltebre la salida a Riomar. Cruzar después el canal de riego de la margen izquierda del Ebro, en dirección a La Marquesa y Punta de El Fangar. Llegados al mar, a un kilómetro del chiringuito Los Vascos, por una pista de tierra se alcanza la playa de 5 kilómetros. En ella los campos dunares son los aspectos morfológicos y sedimentarios más característicos, donde conviven tradicionalmente naturistas y vestidistas. Los espejismos son muy habituales en llanuras tan desérticas como esta. Por estas fechas la carretera se acordona para proteger la zona de nidificación de los charranes -común y patinegro- y del chorlitejo patinegro, el ave que mejor se asocia a las playas hispanas. No perderse la luz cuando el sol está en el ocaso.

06 En Doñana

MATALASCAÑAS (ALMONTE, HUELVA)



Parapentistas volando sobre la playa del Espacio Natural de Doñana (Huelva). / Nacho Sánchez
La vista descansa en un horizonte ilimitado que provoca un compendio de sensaciones rayanas en el agradable aislamiento, cuando no en la honda emoción por tocar, como quien dice, la mayor y primordial reserva natural de Europa. Rige la prohibición de entrar a pie en los cinco trenes dunares del Espacio Natural de Doñana, pero a nadie se le impide recorrer su playa rectilínea de 28 kilómetros, limpia no por su condición natural sino por la empresa contratada al efecto. En Matalascañas podemos acercarnos en coche al Gran Hotel del Coto y de allí pasar la antigua barrera que da acceso al playón. A pie de ola, el varadero, con sus ranchosde pescadores, proyecta una imagen dual hacia ambos mundos: el natural y el turístico. Luego que cada uno ande lo que le apetezca acompañado por correlimos, chorlitejos patinegros y diversas especies de gaviotas.

07 Escueto fiordo

GUADAMÍA (LLANES, ASTURIAS)



Vista de la playa de Guadamía, en Llanes (Asturias).
Por estas fechas aún es posible aparcar junto a esta playa fronteriza entre los municipios de Llanes y Ribadesella. Si no es posible, dejar el coche en la plaza de Llames en Pría y acceder caminando. Con marea alta, Guadamía semeja una piscina natural. El hecho de remontar la ría minúscula en marea baja supone descubrir la playa fluvial de la Xatera, donde el oleaje sigue dejando sentir su influencia con arena blanca de calidad. Corzos, jabalíes, mirlos y zorros tienen su hábitat por los contornos. A 10 minutos se encuentra el campo de bufones de Pría, enmarcado en pleno entorno kárstico. A través de estas grietas el mar manifiesta toda su furia con géiseres de hasta 20 metros de altura (es peligroso acercarse).

08 Isla monumental

LA CONCHA (ISLOTE DE LOBOS, CORRALEJO, FUERTEVENTURA)



Playa de La Concha, en el islote de Lobos (Fuerteventura). / Guido Cozzi
Hace poco fue noticia por las maniobras militares –al final parece que desechadas- que iban a desarrollarse en su superficie volcánica. ¿Qué hubiera encontrado la tropa en este islote declarado monumento natural y al que acceden los visitantes en barco desde Corralejo? Pues, entre otros ecosistemas, un caletón de suave arena blanca bajo el cono volcánico de La Caldera en el que los escollos son responsables del encalmado oleaje. El horario de los barcos (primera salida a las 10.00; último regreso a las 16.00) está calculado para recorrer la ínsula o disfrutar de su caleta, comer en El Puertito (la reserva de la paella y el pescado frito hay que gestionarla personalmente), y pasar la mañana en La Concha, situada a un cuarto de hora a pie del muelle. Hay que resguardarse del sol africano: el suave y fresco alisio hace olvidar la implacable solanera reinante: aplicarse crema solar con el factor de protección más alto. Llevar sombrero, agua abundante y calzado senderista.

09 De tirón paisajístico

PLAYA DE CABO PLATA (TARIFA, CÁDIZ)



Vista de la playa de Cabo de Plata, en Tarifa (Cádiz). / G. Esaín
Estamos en la Tarifa desconocida; sin windsurfistas ni kitesurfistas poniendo color a la línea de costa. Un trozo tarifeño al que se accede por Zahara de los Atunes (Barbate) y la playa de Atlanterra. Cuantos desean bañarse relajadamente, sin inquietarse por las resacas, acuden en tropel a Cabo Plata, también llamada playa de los Alemanes, en alusión a los primeros que habitaron la urbanización, al parecer combatientes de la II Guerra Mundial que ya le echaron el ojo durante la contienda.
De cuantos arenales componen el frente litoral tarifeño, este que se asienta bajo las estribaciones de la sierra de la Plata es el más pulcro, el más recogido del viento de levante que no es poco decir en la embocadura del Estrecho. Al lindar con servidumbres militares, el ecosistema se mantiene en excelente estado, y, gracias a su enorme lengua de arena, sólo en agosto registra aglomeraciones. Desde el faro se obtienen las mejores estampas.

10 Playas bifrontes

CUATRO CALAS, PULPÍ (ALMERÍA) Y ÁGUILAS (MURCIA)



Playa almeriense de Los Coceores, en el paraje protegido de Cuatro Calas (Murcia y Almería). / Getty
Interesante paraje protegido el de Cuatro Calas, que divide Andalucía y Murcia: el Reino de Granada –moro- y el de Murcia –cristiano-. Era en el peñón de punta Parda donde se fijaron los mojones, y donde limaban sus diferencias los legados de ambos gobiernos. En este enclave se halla la playa almeriense de Los Coceores, ceñida y semicircular, de aguas aplaceradas. La caliza erosionada por el viento y el mar ha excavado a capricho un paisaje de expresión primitiva y salvaje, todo él significado por cuevas excavadas artificiales, que algunos utilizan a guisa de vestuario. Justo a sus espaldas, La Carolina, ya en Murcia, mira a levante a través de una panorámica decididamente bella sobre el perfil de la costa aguileña, con tres elementos geográficos cardinales: el peñón de las Águilas, seguido de la isla del Fraile y un cabo, el de Cope, magníficamente perfilado. La ostensible torre del socorrista avisa de la prudencia que hay que desplegar en todo momento. Pasar luego a ver la playa de la Higuerica.

martes, 28 de mayo de 2013

HP Slate 7, toda la información

HP Slate 7

Hoy es uno de esos días proféticos de los que tanto hablamos: ¿y si X compañía fracasara con su sistema X y acabase usando Android/Sistema-operativo-de-moda-en-ese-momento? Es una pregunta que nos repetimos muchas veces. HP nos despeja esa duda concreta sobre su futuro con su nueva tablet HP Slate 7.

Tres años de tabletas: de los 600 a los 60 euros

 
Del iPad de 9,7 pulgadas a un móvil de 5,5. / GORKA LEJARCEGI (EL PAÍS)
“Es algo que hace seis cosas mejor que el smartphoney que el ordenador portátil”. Así presentó Steve Jobs en enero de 2010 el iPad. “Navegar, enviar correos, distribuir fotos, oír música, ver películas y leer libros”.
Cuatro meses después, el 28 de mayo, el iPad llegó a España. Desde entonces muchas cosas han cambiado. El netbook, “lento y malo”, como pronosticó Jobs, ha desaparecido; los portátiles también han caído en ventas, los e-books languidecen, la industria del juego pierde pistón. Pero también aquel exclusivo iPad fue rápidamente replicado con cientos de modelos de decenas de marcas y precios.
De aquellos 599 euros que costaba la única y exclusiva tableta del momento (hoy, 499) se ha llegado a tabletas de menos de 60 euros, obviamente no con las mismas características técnicas ni con el mismo tamaño de tableta (en 2010 la pantalla tipo era de 9,7 pulgadas y hoy la mayoría gira en torno a las 8), pero habla de un impacto popular que ha superado al que tuvo en 2007 el smartphone iPhone.
La tableta ha enterrado al miniportátil (netbook), también al portátil y lleva camino de hacerlo con las miniconsolas. A diferencia del smartphone, que parece ser un aparato ligado a cierta edad, la tableta es para todas las edades y públicos. Así lo ha visto la española Ingo Devices, que se ha especializado en tabletas infantiles, según informa Helena Arriaza. “Somos pioneros en el sector que suma las nuevas tecnologías y los juguetes; es lo que nos diferencia del resto”, cuenta Oriol Canet, director general de la empresa.
Ingo va a lanzar este año una tableta para niños menores de cinco años por 130 euros, tendrán micrófono para Karaoke y mando para conducir coches.
El pasado año vendió más de 100.000, “y este año triplicaremos”. Su sede central en Sabadell se ha ampliado con delegaciones en China, Reino Unido, Hong Kong y Francia.
Las tabletas incluyen un sistema de control parental que programa el tiempo de uso, autoriza las páginas que se pueden visitar o la descarga de aplicaciones. “En cada tableta se puede crear más de un usuario y cada uno con sus restricciones”, cuenta Canet. De esta manera, un niño de dos años y otro de 10 pueden utilizar el mismo aparato, pero cada cual con sus privilegios.
Ingo Kids puede ser la tableta para los más pequeños, pero no la más barata, ni mucho menos. Si desde hace un año, el listón de tabletas de calidad se situó entre 200 y 300 euros (como los modelos Kindle de Amazon, Nexus de Google o las mismas Tab de Samsung), actualmente ya es normal encontrar tabletas por debajo de los 200 euros (es el caso de la Slate de HP, 150 euros o del modelo A1000 de Lenovo por 163).
Aún es un precio alto. Gracias a las marcas blancas procedentes de China se encuentran tabletas de calidad (aunque con menos prestaciones) por debajo de los 100 euros. Es el caso de la tableta Maxwest 75, con una pantalla de siete pulgadas, sistema Android. Ya se puede adquirir en Estados Unidos por 65 dólares (50 euros).
Canet espera triplicar sus tabletas de niños, más de 300.000, una gota frente a los más de 210 millones de aparatos (de marca) que se venderán este año.
Dos factores principales han coincidido para que la tableta baje su precio a una décima parte (al margen de sus diferentes características): la reducción de la pantalla (de casi 10 a unas 7 pulgadas) y el software Android, un sistema operativo gratuito para los fabricantes, a cambio de incluir los servicios de su propietario, Google.
La influencia de las tabletas en este trienio va más allá de la tecnología y la comunicación. No es casualidad que su influjo coincida con el boom de los microrrelatos y de los cortometrajes y que desaparecida la carta en beneficio del correo electrónico, ahora caiga este a golpe de tuit.
La creación se ha adaptado a aparatos más pequeños y a atenciones más breves, porque, ciertamente, sus dueños no tienen tanto tiempo para aguantar una película de dos horas en la tableta ni para leer un novelón de corrido. Solo han pasado tres años: permanezcamos atentos a la pantallita.

lunes, 27 de mayo de 2013

'Carrie': Póster en movimiento

La nueva adaptación de la primera novela de Stephen King que protagonizan Chloë Grace Moretz y Julianne Moore presenta un cartel original para transmitir el terror telequinético. Por CINEMANÍA


carrie poster en movimiento
Por mucho que la nueva adaptación de Carrie, la primera novela de Stephen King, haya despertado el recelo de todos los que tenemos en un altar la que dirigió Brian De Palma en 1976 con Sissy Spacek, hay que reconocer que el apartado cartelístico de esta versión a cargo de Kimberly Peirce (Boys Don't Cry) ha conseguido despertarnos más interés que los tráilers. Sobre todo con la última novedad, el póster en movimiento, que tiene la buena idea de recordar la profusión de pantallas partidas de la película de De Palma, dar pequeñas muestras del clímax sangriento y, además, hacer un juego de palabras con el nombre de la protagonista interpretada por Chloë Grace Moretz y los carteles británicos de la Segunda Guerra Mundial con el lema "Keep Calm and Carry On". Pulgares hacia arriba para el departamento de márketing.
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El gran Gatsby

Baz Luhrmann lleva a cabo una adaptación enorme, para bien o para mal

el gran gatsby
El decadente lenguaje literario de F. Scott Fitzgerald es transformado aquí en decadente lenguaje cinematográfico que desafía la sutileza de aquel modelo de forma despiadada. También el mordiente del libro ha desaparecido, y a modo de recambio Baz Luhrmann recurre a una grandiosidad situada a medio camino entre el refinamiento y la vulgaridad, entre George Gershwin y Jay Z. Como resultado, y del mismo modo que ya hiciera en Romeo + Julieta (1996), el cineasta ofrece una adaptación que es mitad reverencia mitad travestismo.
En El gran Gatsby, recordemos, Fitzgerald tan solo necesitó unas 150 páginas para hablar de casi todo: su tercera novela captura el hedonismo, el libertinaje y la autodestrucción de las élites privilegiadas que nadaban en la abundancia a mediados de los años 20, relata cómo la obsesión de un hombre por recuperar el pasado destruye su presente, y escenifica un romance casi tan trágico y condenado como el que, decíamos, Luhrmann deconstruyó al principio de su carrera. Todos esos temas están presentes en esta película, que sin embargo está menos interesada en el subtexto y que también sacrifica asuntos como la estructura, el desarrollo de personajes o, en general, todo aquello que no proporcione oportunidades para amplificar el espectáculo, a pesar de que la verdadera enormidad del libro era temática. Con todo, considerando que El gran Gatsby es el retrato de un hombre de estilo de vida profundamente inmodesto e inmoderado, el obsceno modo que Luhrmann tiene de derrochar dinero en pantalla resulta del todo pertinente. 
De hecho, El gran Gatsby es menos una versión fílmica de la novela homónima que una versión fílmica del mismo Jay Gatsby. Al fin y al cabo, tanto él como Luhrmann piensan y sueñan en términos excesivos, ambos imaginan un mundo mucho más exuberante y lleno de posibilidades que aquel en el que el resto de mortales vivimos y, como consecuencia, en última instancia ambos son incapaces de dar a sus abigarradas fantasías una utilidad del todo satisfactoria. Y quizá sea por el amor que siente hacia su alma gemela que Luhrmann a punto está no sólo de ignorar la condena de la élite neoyorquina de la época que propuso Fitzgerald sino de transformarla en una glorificación. Aunque, bien pensado, tras una opulencia tan hiperbólica necesariamente debe haber una moraleja.

VEREDICTO: Sacrifica la profundidad en pos del espectáculo más excesivo. A Jay Gatsby le habría encantado.
NANDO SALVÁ

25 series británicas que tienes que ver

Una colección de programas televisivos que te harán cantar 'God save the show!'. Por YAGO GARCÍA


25 series britanicas que tienes que ver
En lo que a las series de TV se refiere, está claro que los productos de Estados Unidos marcan la pauta. Pero en Europa (y en España también, aunque muchas veces se nos olvide) también sabemos apañárnoslas con la cosa catódica, ofreciendo productos memorables. Y, si tuviéramos que elegir un país de la UE cuyas series nos han enganchado, el Reino Unido se llevaría la palma. Modestos en sus medios (el presupuesto es el que hay), pero muchas veces originales e inclasificables, los shows de las Islas Británicas tienen algo que los hace irresistibles para muchos, y que CINEMANÍA trata de desentrañar en este informe. Con todos vosotros, 25 programas de televisión que, desde hace ya décadas, nos hacen entonar "¡Dios salve a la serie!" cada vez que los vemos, o los revisamos.

 

The Office (2001-2003)


¿Por qué nos gusta? Antes de dejar los Globos de Oro como un solar, Ricky Gervais se ganó el odio (es decir, el amor) de los espectadores rigiendo los destinos de la papelera Wernham Hogg, una de esas empresas en las que darías lo que fuera por no trabajar. Elaborada en forma de falso documental, abundante en momentos de vergüenza ajena y con un reparto de campanillas (Martin Freeman, el futuro Bilbo Bolsón, está incluido en él), The Office sentó las bases de la carrera posterior de Gervais (Extras, Life's Too Short), de otras sitcoms sobre ambientes laborales surgidos del infierno (The IT Crowd) y de un fabuloso remake estadounidense con Steve Carell de protagonista.

 

Caída y auge de Reginald Perrin (1976-1979)


¿Por qué nos gusta? Arquetípico oficinista de la City, con su paraguas y su bombín, Reginald Perrin (Leonard Rossiter) detesta ese trabajo al que siempre llega tarde, detesta a su familia y, sobre todo, se detesta a sí mismo. De modo que, cuando su cordura dice "basta", se esfuerza por mandarlo todo al carajo de las formas más inverosímiles, desde un falso suicidio a la creación de una empresa especializada en vender basura. ¿Dónde está el problema? Pues en que todas sus artimañas le salen bien, es decir, mal: Caida y auge... es una descacharrante comedia sobre un hombre condenado al éxito.

 

Skins (2007-...)


¿Por qué nos gusta? Allá por los 80, la serie británica Grange Hill causó sensación y polémica por su realismo al presentar la vida de los adolescentes. Creada por un equipo de padre e hijo (Jammie Britain y Bryan Elsley)Skins viene a ser la hija descocada, hipersexualizada y drogadicta de dicho show, un producto ideal para el siglo XXI. Empezando por Nicholas Hoult (X-Men: Primera generación), que intervino en su primera temporada, muchos de sus jóvenes intérpretes ha llegado al estrellato, lo cual dice mucho tanto del buen ojo de sus directores de casting como de la calidad de sus guiones en los que hay mucha mugre, pero (cosa rara) también hay muy poco sensacionalismo.

 

Un diputado fantástico (1987-1992)


¿Por qué nos gusta? Si la también excelente, pero algo remilgada, Sí, señor ministro (1984-1987) y su secuela Sí, primer ministro (1986-1987) habían reflejado de forma más o menos amable el mundillo político de Gran Bretaña, Un diputado fantástico arremetía sin tapujos contra el Parlamento en general, y contra los secuaces de Margaret Thatcher en particular. No podía ser menos, siendo su protagonista alguien tan vitriólico como Rik Mayall, en el papel de Alan B'Stard, un auténtico buitre corrupto y prevaricador elegido miembro más sexy de la Cámara de los Comunes durante tres legislaturas consecutivas (o eso dice él).

 

Little Britain (2003-2006)


¿Por qué nos gusta? Oficinistas desquiciadas, políticos con mucho que ocultar, funcionarias que acabarían con la autoestima de cualquiera y canis barriobajeras (lideradas por la inigualable Vicky Pollard) a cuyo lado la Ana Polvorosa de Aída parece Emma Thompson: esa es parte de la fauna creada por Matt Lucas y David Walliams (guionistas y actores camaleónicos) para este programa que, nacido en las ondas de radio, se convirtió en escaparate televisivo de lo peor que la Pérfida Albión puede ofrecer al visitante. Prueba de su calidad es que, pese a ese carácter tan localista, acabó cruzando el charco en Little Britain USA.

 

Downton Abbey (2010-...)


¿Por qué nos gusta? Mejor será que reformulemos la pregunta: ¿cómo es posible que una serie más british que la cuajada al limón y el té de las cinco haya tenido un éxito tan arrollador en todo el mundo? Es más, ¿quién se explica que Downton Abbey posea legiones de fans en Estados Unidos, contando con seguidores antitéticos como el rapero P-Diddy? Puede que se deba a la elegancia de su producción, a lo bien planteado de sus intrigas eduardianas o a su talento para exprimir nuestros lagrimales. Pero nosotros pensamos que el talento de la Condesa Viuda (Maggie Smith) para soltar los pullazos más devastadores sin inmutarse también tiene algo que ver.

 

Absolutamente fabulosas (1992-2012)


¿Por qué nos gusta? Son frívolas, son superficiales, sus malas artes aterrarían al reparto entero de Mujeres desesperadas y se drogan más que Gregory House en un turno de urgencias. Pese a ello, o gracias a ello, las leopardas Edna y Patsy se ganaron el amor del público hasta el punto de aguantar (con interrupciones) 20 años en antena. Normal, porque tras ellas estaban dos instituciones de la escena y la comedia como Jennifer Saunders (también guionista) y Joanna Lumley: si este par de divinas de la muerte se pasaran por el plató de Sálvame, Jorge Javier Vázquez nunca volvería a levantar cabeza.

 

Robin Hood (1984-1986)


¿Por qué nos gusta? Ojo: no confundas esta serie con esa otra que, con el mismo título, produce la BBC desde 2006. También ideado para el público adolescente, este programa supuso un fenómeno en su día gracias a su calidad visual (tanto rodaje en exteriores, por entonces, no era ninguna bicoca) como por escarbar en las raíces célticas y mágicas del mito del arquero de Sherwood (Michael Praed) sin por ello dejar de describir una Edad Media muy miserable y muy hambrienta. Si tus hijos o sobrinos quieren ver Juego de tronos, pero todavía no tienen la edad para según qué cosas, este puede ser un buen aperitivo.

 

La víbora negra (1983-1989)


¿Por qué nos gusta? Antes de que cierto indescifrable personaje y su osito de peluche sembrasen el caos, Rowan Atkinson armó la marimorena a través de los siglos con este show, que pone en solfa a lo más sagrado de la historia de Gran Bretaña. Desde la Edad Media hasta la I Guerra Mundial, el infame Blackadder y sus descendientes (todos ellos con el rostro de Atkinson) están dispuestos a traicionar, asesinar y mentir con tal de convertirse en los amos del cotarro, siempre con la ayuda del fiel Baldrick (Tony Robinson) y rodeados por un elenco de secundarios que incluye a Hugh Laurie, Stephen Fry y Miranda Richardson, entre otros grandes.

 

Life on Mars (2006-2007)


¿Por qué nos gusta? Las series de TV han abordado el tema de los viajes en el tiempo en muchas ocasiones. Y las británicas, más: puedes encontrar un ejemplo particularmente afortunado al final de este informe. Sin embargo, la forma en la que Life on Mars encara el asunto destaca tanto por lo entrañable como por lo surrealista: tras un accidente de coche, el atribulado policía Sam Tyler (John Simm) despierta en el Manchester de los 70, algo que ocasiona un choque cultural de órdago y una larga serie de enigmas. Si este serial te gusta, corre a por Ashes to Ashes, su continuación ochentera. Y, por tu bien, ignora en lo posible aquel desnortado remake español titulado La chica de ayer.

 

Queer as Folk (1999-2000)


¿Por qué nos gusta? Para gustos, los colores (del arco iris), pero a nosotros nos parece que la versión estadounidense de esta miniserie no le hacía justicia ni de lejos al original. Si quieres comprobarlo, échale un tiento a las andanzas de Stuart Jones (Aidan Gillen), amo y señor de los bares de ligoteo de Manchester, capaz tanto de portarse como una víbora sin escrúpulos como de convertirse en un cruzado contra la homofobia cinco segundos más tarde. Tan polémica en su día como bien realizada, la versión británica de Queer as Folk supuso un paso más hacia el estrellato para Russell T Davies, un sujeto cuyo nombre volverás a leer aquí, y cuyo fino ojo para las cosas de la TV le había llevado, en 1991, a fichar a una tal Kate Winslet para su serie Dark Season.

 

Calderero, sastre, soldado, espía (1979)


¿Por qué nos gusta? Si te gustó El topo, y te quedaste helado con la interpretación de Gary Oldman, esta miniserie puede ser un auténtico lujo: también basada en la novela de John Le Carré, Calderero, sastre... cuenta con nada menos que Alec Guiness para dar vida a George Smiley, maestro de la intriga y la doblez empeñado en descubrir a un infiltrado en el servicio secreto británico. Tan sórdida como la película de Thomas Alfredsson, pero mucho más reposada, la serie contó con una secuela memorable, La gente de Smiley (1982).

 

Hotel Fawlty (1975-1979)


¿Por qué nos gusta? A lo largo de sus correrías con los Monty Python, John Cleese demostró su potencial para ofender a todo el mundo en el Reino Unido (y en Francia). Pero al primer actor que pronunció la palabra "fuck" en un plató de la BBC todavía le quedaba un territorio donde dejar su recuerdo... Y ese territorio era España: como Basil Fawlty, empresario hotelero de dudosa integridad, Cleese se las apañó para reunir todos los tópicos más ofensivos sobre el carácter español, tal y como es percibido por los turistas ingleses (véase a Manuel, un camarero catalán que parece portorriqueño) y del carácter inglés, tal y como es percibido por los españoles. Demostrando, una vez más, su capacidad para hacer amigos.

 

El enano rojo (1988-1999)


¿Por qué nos gusta? Buscar el lado cachondo de la ciencia-ficción es algo que se le da muy bien a los súbditos de Su Graciosa Majestad. Ahí quedan ejemplos tan memorables como La Guía del autoestopista galáctico, en cine y literatura, y como El enano rojo en televisión. Tres millones de años después de cargarse a todos sus compañeros de tripulación (por un 'pequeño' desliz con un reactor nuclear), el inepto astronauta Dave Lister (Craig Charles) despierta en compañía de un gato evolucionado, un holograma particularmente incordiante y una computadora existencialista. Mediante sus claustrofóbicas peripecias, Rob Grant (el creador de los muñegotes de Spitting Image) nos demostró que, en el espacio, sí que pueden oírse las carcajadas.

 

Mr. Bean (1990-1995)


¿Por qué nos gusta? ¿Un fenómeno global? Pues sí: Rowan Atkinson ya era una institución de la comedia gracias a La víbora negra, a This Ain't the Nine O'Clock News y a su carrera como monologuista, pero fue este personaje (luz, guía y espejo para todos los torpes del mundo) el que le catapultó a la fama internacional. Algo que no nos extraña, porque tras el gesto fláccido de Mr. Bean se esconden la capacidad destructiva de una bomba de hidrógeno y una inexplicable capacidad para despertar nuestra ternura. Tras cinco años de show, una serie animada muy aprovechable y dos filmes de los que preferimos no hablar, Atkinson decidió 'matar' a su creación en 2012. Dada la poca gracia de sus dos películas como Johnny English, sospechamos que el actor aún se está arrepintiendo.

 

Arriba y abajo (1971-1975)


¿Por qué nos gusta? Antes de que Downton Abbey nos hiciera entonar el Dios salve a la Reina cada vez que encendemos el televisor, esta serie fue el arquetipo de la elegancia victoriana y el stiff upper lip en el mundo catódico. Las vidas paralelas de la familia Bellamy (los de arriba) y de sus criados (los de abajo) se ganaron numerosos fans en su país de origen, y también en España, atravesando los comienzos del siglo XX, la Primera Guerra Mundial y el crack de 1929 sin inmutarse, sin perderse nunca la sacrosanta hora del té ni esquivar los aspectos más desagradables de dichas épocas. Un consejo: evita el remake de la serie estrenado en 2010.

 

El prisionero (1967-1968)


¿Por qué nos gusta? "¡No soy un número, soy un hombre libre!", exclamaba Patrick McGoohan (protagonista y creador de la serie) en cada episodio. Y un aterrador campo de prisioneros conocido como La Aldea se obstinaba en negárselo mediante trampas y artimañas de retorcimiento surrealista. Si crees que David Lynch fue el primero en desafiar a la lógica en TV con su Twin Peaks, piénsatelo dos veces: El prisionero logró resultados muy similares tres décadas antes, triturando el género de espionaje con una malicia que dejaría patidifuso a James Bond, y ante la cual el público no sólo no huía espantado, sino que volvía cada semana pidiendo más. Como prueba de su legado, y más allá de su poco lucido remake de 2009, queda la memorable parodia protagonizada por Los Simpson.

 

Red Riding (2009)


¿Por qué nos gusta? De acuerdo: Red Riding no es una serie propiamente dicha, sino una colección de tres telefilmes que adaptan las cuatro novelas homónimas de David Peace (The Damned United). Pero eso no es óbice para admitir que también es una de las intrigas policíacas más endiabladas y crueles jamás vistas en la pequeña pantalla. En 1974, el periodista Andrew Garfield (tal vez le recuerdes vestido de 'trepamuros' en The Amazing Spider-Man) investiga el asesinato de una niña en un páramo de Yorkshire, y su indiscreción dispara una intriga en la que se enredan durante una década la corrupción policial, los tejemanejes inmobiliarios y personajes reales (y atroces) como el asesino en serie Peter Sutcliffe. Recuerda: "Esto es el Norte, y aquí hacemos lo que queremos".

 

The Young Ones (1982-1984)


¿Por qué nos gusta? Rick (la rata rastrera), Vyvian (el punk descerebrado), Neil (el hippie de higiene cuestionable) y Neil (el pelmazo) son los cuatro compañeros de piso que jamás quisieras tener. Y también son los protagonistas de una de las sitcoms más divertidas de todos los tiempos. Antes de asaltar las Casas del Parlamento con Un diputado fantástico, el simpar Rik Mayall fue una de las cabezas pensantes de este programa, cuya fama aún perdura pese a su breve duración en antena. ¿A qué se debe esto? Pues, suponemos, a su humor ultraviolento, a intervenciones musicales en riguroso directo (Mötorhead, Madness y Dexy's Midnight Runners se pasaron por su plató) y a cameos de lujo como aquel en el que Emma Thompson, Hugh Laurie y Stephen Fry se autoparodiaban salvajemente. Si, a estas alturas, ya eres un mayalladicto como nosotros, no te pierdas tampoco La pareja basura.

 

Retorno a Brideshead (1981)


¿Por qué nos gusta? Hubo un tiempo en el que decir "serie británica" quería decir, o bien "comedia desmadrada" o bien "dramón de época". Y, además de Arriba y abajo, la gran culpable de lo segundo fue esta adaptación de la novela de Evelyn Vaugh. El plebeyo arribista Charles Ryder (un Jeremy Irons muy joven, y también muy lánguido) se ve atraído a las tórridas intimidades de la familia Flyte, viviendo primero una amistad de los más ambigua con el hijo mayor (Anthony Andrews) y enrrollándose después con la vástaga Diana Quick. Agraciada con una puesta en escena que se regodea en el lujo señorial, Retorno a Brideshead supone la prueba de que insinuar el vicio, el fornicio y las paranoias religiosas puede ser más eficaz que mostrarlas abiertamente.

 

Sherlock (2010-...)


¿Por qué nos gusta? Steven Moffat, un señor de larga y distinguida carrera (y compinche ocasional de Russell T Davis), se preguntó un buen día cómo sería Sherlock Holmes si viviera en el siglo XXI. Y la respuesta fue: "un friqui de mucho cuidado". Gracias a dicha intuición, Benedict Cumberbatch Martin Freeman (entrañable y sufridor Watson) son hoy los únicos actores capaces de disputarles a Robert Downey Jr. y a Jude Law la propiedad del 221b de Baker Street:Sherlock se las apaña para guardar una inquietante fidelidad a los relatos de Conan Doyle sin dejar por ello de actualizarlos a golpe de teléfonos móviles, blogs, técnicas forenses que dejan en mantillas a las de CSI y, sobre todo, una inventiva visual de las que hacen época. Por aquí esperamos su cuarta tercera temporada (diferida a causa de los compromisos en Hollywood de sus actores) como agua de mayo.

 

Yo, Claudio (1976)


¿Por qué nos gusta? Dice la leyenda que Jack Pulman, creador de esta serie, escribió una carta a Robert Graves (autor de la novela original) pidiéndole su opinión sobre ella. La respuesta del escritor: "A Claudio le hubiera gustado". Lo cual era el mayor elogio que Graves podía otorgar a un serial que, poniendo al desnudo la corrupción del Imperio Romano, hace que Juego de tronos parezca tan cándida como los Teletubbies. Frente al retumbante Augusto de Brian Blessed, Calígula (John Hurt, haciendo historia de la TV depravada), la terrorífica Livia (Sián Philips) y demás fauna togada que atormenta al tartaja protagonista (Derek Jacobi), Cersei, Melissandre, Tyrion, Stannis y demás conspiradores de Poniente huirían aterrorizados. Bueno, Meñique quizá no tanto...

 

Los Vengadores (1961-1969)


¿Por qué nos gusta? A lo largo de las décadas, ha habido series más longevas que Los Vengadores, también las ha habido más extrañas y (suponemos) se han encontrado otras más divertidas. Pero ninguna de ellas, y aquí viene lo bueno, ha reunido esas virtudes con la gracia de este show. El cual, todo hay que decirlo, no tiene nada que ver ni con Marvel ni con Joss Whedon, sino con las aventuras del espía John Steed (Patrick Macnee) y sus estupendas secuaces, de Diana Rigg (Juego de tronos) a Honor Blackman, la Pussy Galore de James Bond contra Goldfinger. El recuerdo de esos decorados minimalistas e inverosímiles, de esos guiones que flirteaban elegantemente con el disparate y de esa apabullante banda sonora no palidece ni siquiera con el recuerdo de la desastrosa versión para el cine.

 

Monty Python's Flying Circus (1969-1974)


¿Por qué nos gusta? El partido de fútbol entre filósofos. Los vikingos pidiendo spam (carne en lata) de forma operística (y, de paso, ayudando a bautizar el correo basura de internet). La canción del leñador. El Ministerio de Andares Tontos. La Inquisición Española, con sus tres armas (¿o eran cuatro?). El periquito muerto. Si todos estos sketches nacidos del ingenio de John Cleese, Terry Gilliam, Michael Palin, Graham Chapman y Terry Jones no te suenan de nada, hazte un favor y corre a por las ediciones en dvd de este programa, que por suerte abundan y son fáciles de encontrar. Heredando lo mejor de equipos cómicos de su tierra como Morecambe & Wise, y destrozando a la vez sus legados mediante un surrealismo feroz, los futuros autores de La vida de Brian demostraron cómo el humor imprevisible, la psicodelia cruel (en los interludios de animación, cortesía de Gilliam) y la capacidad para levantar ampollas en todas las instituciones y estratos sociales pueden hacer historia y convertirse en un fenómeno que trasciende las generaciones. Y, si no nos haces caso, un caballero medieval surgirá de la nada para golpearte con un pollo.

 

Doctor Who (1963-...)


¿Por qué nos gusta? Sí, las fechas que aparecen arriba son verdaderas: Doctor Who comenzó a emitirse hace 50 años, y (salvo un largo hiato durante los 90) sus aventuras prosiguen aún hoy, lo cual la convierte en la serie de TV más longeva de la historia. Eso no debería sorprendernos, dado que el personaje titular es un ente capaz de surcar el tiempo a bordo de una cabina telefónica (bueno, propiamente, una police box) más grande por dentro que por fuera, con dos corazones latiendo en su tórax y que, en lugar de morir se regenera. Es decir, que cambia de aspecto, lo cual viene de lujo a los actores para abandonar el papel cuando quieran, y a los directores de casting para renovar el reparto. A lo largo de sus décadas, Doctor Who ha tenido muchas épocas legendarias (las protagonizadas por Tom Baker y Peter Davison brillan especialmente en nuestra memoria), pero ha sido con la etapa actual, obra de Russell T Davis y Steven Moffat, cuando su popularidad se ha disparado hasta límites que le sacarían los colores a un Dalek. ¿Sus virtudes? Actores estupendos (Christopher Eccleston, David Tennant, Matt Smith), guiones tan complejos como accesibles y una actitud desenfadada gracias a la cual sus modestos efectos especiales se convierten en un atractivo, más que en un problema. Si te subes a la TARDIS para viajar junto al Doctor, es muy posible que nunca quieras apearte.

R3sacón

31.05.2013

Los excesos pasan factura, y la realidad se impone con el peso de John Goodman

r3sacon 
En el principio, fue la juerga. Una cuchipanda majestuosa, que dejó Las Vegas como un solar y, tras la cual, los participantes optaron por un remedio tradicional para la jaqueca: volver a emborracharse de nuevo, más y mejor. Pero esa segunda cogorza (tailandesa ella) sólo funcionó como placebo, y aunque el rédito económico fuese también de aúpa, tanto castigo al hígado empezó a pasar factura. ¿Cuál era el camino, pues, para la Manada? Abrazar la sobriedad, ni más ni menos.
En R3sacón no hay espacio para chupitos con Rohypnol: aquí, la realidad se impone. El desbordamiento de Zach Galifianakis ha dejado de ser una fuente de gags para convertirse en un gálibo decapitador de jirafas, y el ‘llaverito’ Ken Jeong aparece más peligroso que nunca desde que salió de aquel maletero. A la saga le toca emprender una ruta (hacia un sanatorio mental, nada menos) en la que renunciará a la estructura usual, abordará consecuencias a largo plazo que sólo reconocerán los fans, y dejará que el peso de John Goodman la arrastre hasta terrenos de chocante lobreguez.
Todd Phillips y su pandilla siguen haciéndonos reír. Menos mal. Pero en esta entrega se nota una pugna por no ceder ante los cliches, eludiendo así el destino de Loca academia de policía o Agárralo como puedas. El problema está, precisamente, en que esa lucha interior resulta demasiado evidente, como la de quien hace el propósito de quedarse en casita para después, sin remedio, batir récords de vergüenza ajena en el bar más cercano. 
VEREDICTO: El esfuerzo por huir de los tópicos tiene un precio.
Yago García

Animal herido

Hay muecas rotas en la macula
escondida tras el cristal
de apariencia transparente
pero fría como el hielo
que hiere lo acordado.

Escapaste del lobo sin dientes
pero hay terror en el zorro que muerde
tu pergeña traza pendiente,
ahora perífrasis loca
como una foca en el desierto
que magulla rodeos de circunloquios
en el escalofrío roto hundido.

La roída rogativa roba
lo quemado con queroseno querubín
que arde para enaltecer la oscuridad
para ellas, siempre dominados
por los juegos de la poetisa.

Después salto sobre tu espalda
y caigo en un abismo de barro
que muerdo quejoso buscando
seísmos de tus sentimientos.
Sé que este día desertó del calendario,
y es lo único que tengo claro
en estos tiempos que están tan lejos.

Perdóname pues si te olvido,
pero deseo que puedas comprenderlo
en la maltrecha estación perdida
donde todos los trenes se escapan
y quedamos asustados
con nuestro billete en la mano,
vanidades por tu antojo.

Surface Pro, análisis


Pocos análisis tienen tanto morbo como el de este Surface Pro de Microsoft. Si unimos que se ha convertido en el referente mediático de esa nueva categoría de productos “híbridos” entre el tablet y el portátil a que es el producto estrella en esta nueva etapa de Microsoft como fabricante hardware, tenemos que pocos dispositivos van a sufrir un examen como este Surface Pro.
Este análisis que publicamos hoy en Xataka, en todo caso, no tiene visos de completitud. La “review” ortodoxa completa la han realizado nuestros compañeros de Xataka Windows y recomiendo echarle un ojo primero. En este artículo vamos a intentar responder a algunas preguntas tras una semana de uso: ¿me vale el Surface Pro como portátil? ¿Y cómo tablet? ¿Se puede ser productivo, tiene autonomía, hay juegos y aplicaciones…? Vamos con ello.

Nuevo smartphone de Nokia, el Lumia 925

 
16.05.2013 - 15:42h Viajamos hasta Londres para descubrir el último gran smartphone de Nokia, el Lumia 925. El nuevo modelo de Nokia –que sustituye al Lumia 925- reorienta su diseño hacia el aluminio, es más fino y pesa menos. Además, han mejorada la calidad de la imagen de la pantalla y de su equipo fotográfico. Más información en Clipset.net. (CLIPSET.NET)

PS 4 explicado por su 'padre'

Mando Dualshock para PS4 Mando Dualshock para PS4.
Corría 2007 cuando Mark Cerny comenzó a pensar en la PlayStation 4. Preguntó a Sony si podía participar en su desarrollo y, para su sorpresa, la compañía aceptó. Así empezó un trabajo de más de cinco años para lograr una consola hecha para una nueva generación de ocio interactivo. El propio Cerny lo explica a los lectores de Navegante.
Mark Cerny Mark Cerny.
A la espera de la presentación oficial de la PlayStation 4 -prevista para el 10 de junio en Los Ángeles en la víspera de la feria E3- los detalles proporcionados por este veterano desarrollador de videojuegos, máximo responsable de la nueva generación de PlayStation, indican que la compañía ha escuchado a los creadores de videojuegos.
Se nota que Cerny ha distrutado con el reto de diseñar la arquitectura de una consola que tiene que servir durante varios años. El diseño y arquitectura de la PlayStation 4 está pensado para durar. "Hemos realizado una gran labor de adecuación de la GPU que creemos que permitirá que el sistema crezca a lo largo de los años", apunta.
La trayectoria del polifacético Mark Cerny -como diseñador, programador y productor, y ahora director creativo- se verá recompensada próximamente en España, al recibir el Premio Leyenda de 2013 en la GameLab de Barcelona, un galardón instaurado hace dos años y que ya han recibido Peter Molyneux y Hironobu Sakaguchi.
Estabas involucrado en el desarrollo de PS4 en 2008. Me imagino que habrás trabajado en secreto desde entonces. ¿Cómo empezaste el proyecto? Me gustaría que me dieras una breve descripción de tu papel...
En el verano del 2007, después del envío de los títulos de lanzamiento, empezamos a realizar una serie de 'análisis postmortem' sobre PlayStation 3. Con eso quiero decir que inspeccionamos de manera muy detallada la forma en que el 'hardware', el 'software' de sistema y el entorno de desarrollo cumplieran con las necesidades de los desarrolladores. Fui partícipe en estas conversaciones y me resultaron fascinantes. Empecé a pensar en las posibles estrategias para la siguiente generación de consola, un asunto incluso más interesante para mí.
A finales del 2007 aproveché una oportunidad y pedí a la dirección de Sony Computer Entertainment (SCE) que me dejaran desempeñar un papel impulsor en el proyecto de la siguiente generación y, para mi sorpresa, me dijeron que sí. Como consecuencia, trabajé en la arquitectura del 'hardware' desde el 2008 pero también estuve involucrado en muchas conversaciones acerca de nuestra estrategia en relación al 'software' de sistema y a los servicios que podría proporcionar para facilitar el desarrollo de juegos y mejor satisfacer las necesidades de los jugadores.
En una entrevista reciente, Shuhei Yoshida dijo que una de las pautas principales de SCE era que la consola PS4 debía facilitar el trabajo de los desarrolladores. ¿Cómo has conseguido lograr esto?
Una estrategia inspirada en los desarrolladores nace de nuestro deseo de estar dedicados al consumidor; entendemos que, al proporcionar a los desarrolladores un conjunto de herramientas atractivas, a fin de cuentas apoyamos la creación de los títulos deseados por los jugadores.
Como consecuencia, en el comienzo del trabajo de desarrollo mantuve muchas conversaciones con desarrolladores internos y de terceros acerca del conjunto de herramientas que buscaban en una consola de próxima generación. Dieron por sentado que cualquier sistema que creáramos sería de alto rendimiento, así que sus comentarios estuvieron centrados principalmente en la facilidad para la creación de juegos.
El consenso entre los desarrolladores fue el rechazo a un diseño "de hoja en blanco" para PlayStation 4, más bien querían que utilizáramos algún tipo de tecnología convencional para la computación y los gráficos. Utilizando dicha tecnología, los creadores serían capaces de comenzar a trabajar directamente en los juegos, sin la necesidad de un largo período de estudio.
Finalmente, y por las razones anteriores, optamos por un procesador x86 y una GPU de PC, aunque al final acabamos refinando la GPU en muchos aspectos. Con el paso del tiempo creemos que los desarrolladores encontrarán el momento de emplear estos avances y el resultado será gráficos de superior calidad, mejor simulación física, etc...
SCE insiste en que el enfoque de PS4 será la experiencia del usuario. Me gustaría tener una explicación más detallada de esta estrategia. ¿Podrías revelar algún elemento que hayáis integrado o tengáis intención de integrar para ayudar a mejorar la experiencia del usuario?
Existen varios principios de diseño detrás de PlayStation 4. Uno de ellos es 'inmediato', queremos minimizar cualquier tiempo de espera experimentado por el usuario. Por ejemplo, si compras un juego de forma digital no será necesario esperar a que el juego entero se cargue antes de empezar a jugar. Los títulos PS4 están diseñados para permitir que juegues una vez que hayas descargado sólo una pequeña parte de los datos del juego, y el resto del juego sigue descargándose mientras juegas.
Otro principio del diseño es 'social'. Hemos añadido al controlador un botón denominado 'SHARE', que te lleva rápidamente a un interfaz para subir las capturas de pantalla y vídeos del juego. Siempre grabamos el vídeo de tu juego en segundo plano, así que resulta muy fácil y conveniente compartir estos vídeos en PlayStation 4.
También existen otras funciones sociales, como nuestra apuesta por redes de amigos basadas en nombres reales e imágenes de perfil. Esto no quiere decir que eliminemos los alias y los iconos utilizados en las actuales sesiones multijugador; son muy útiles cuando el anonimato resulta importante. Sin embargo, queremos añadir una nueva dimensión social en la que se pueda interactuar con los amigos del mundo real.
Los demás principios son 'integrado, sencillo y personalizado'. En fin, resulta demasiado para poder explicar en pocos párrafos. Tenemos ganas de explicar más acerca del conjunto de funciones durante los próximos meses.
Los ordenadores están en un proceso de evolución constante. Se lanzan nuevas arquitecturas, procesadores y GPU más potentes etc. de forma continua. ¿Cómo abordas el riesgo de que esta consola se quede obsoleta en cuestión de pocos años? Por ejemplo, ¿cómo afecta a la vida útil del producto la ley de Moore?
En algunos sentidos, la rápida evolución de los ordenadores juega a favor de las consolas. Muchos de los equipos requieren alrededor de cinco años para desarrollar un juego. Como consecuencia, necesitan una especificación estable durante ese período y eso es lo que proporciona una consola, es decir, alrededor de cien millones de dispositivos que comparten la misma especificación básica.
Las consolas también tienden a tener un rendimiento superior al que se esperaría por el coste, debido a los sistemas operativos ligeros y al hecho de que los desarrolladores gozan de muchos años para estudiar esa arquitectura específica.
Con respecto a la cuestión de rendimiento en el contexto de la ley de Moore, nuestra estrategia ha sido crear una consola con una serie de características para el corto plazo y otras para el largo plazo. Tenemos un conjunto de características básicas familiares que permiten una amplia gama de juegos en el lanzamiento y hemos realizado una gran labor de adecuación de la GPU que creemos que permitirá que el sistema crezca a lo largo de los años. Para dar un solo ejemplo, hemos adecuado el 'hardware' para permitir que los 'shaders' de computación se utilicen en el interfaz para los gráficos tradicionales. Éste es el tipo de técnica que creemos que será utilizado en el plazo de tres o cuatro años del ciclo de vida de la consola para aumentar la calidad gráfica de los juegos.
Me gustaría conocer tu experiencia de colaboración con los desarrolladores en el diseño de esta nueva consola. ¿Qué es lo que más han solicitado los creadores?
La petición número uno fue la arquitectura de memoria unificada, porque los programadores pierden mucho tiempo en la gestión de múltiples bancos de memoria. También nos pidieron crear una memoria unificada muy amplia para soportar la tendencia hacia más detalle y variedad en el mundo del juego. Finalmente encontramos una manera de satisfacer estas dos peticiones.
El disco duro de cada PlayStation 4 también es el resultado de las contribuciones de los desarrolladores. Gran parte de la justificación fue el apoyo al modelo popular en la actualidad de lanzar un juego más grande y luego proporcionar contenidos adicionales más pequeños de forma digital a través de la tienda online. Pero también existe otra justificación, basada en el deseo de muchos desarrolladores de crear lo que se puede denominar 'software vivo', por ejemplo un juego en que, cada vez que vuelves a jugar cada día o semana, el mundo en si evolucione y nuevas oportunidades de juego se abran. El resultado es una enorme cantidad de datos que tienen que ser almacenados de forma local, haciendo que un disco duro sea prácticamente imprescindible.
¿La consola PS4 está diseñada para estar conectada de forma 'permanente'? Lo que quiero preguntar es ¿será necesario que esté conectada todo el tiempo? Y si es así, ¿cómo afectará esto a los planes para PSN?
PlayStation 4 no es un sistema de conexión permanente en ese sentido, pero la experiencia es mucho más rica si estás conectado. Tendrás acceso a los contenidos digitales y las actualizaciones de tus juegos, además de una amplia gama de funciones sociales: subir vídeos y capturas de pantalla, ver jugar a tus amigos e interactuar con ellos de varias maneras dentro de los juegos.
Eres un experto en todos los ámbitos del desarrollo de los juegos, desde desarrollador, programador y animador hasta 'artista'. ¿Cuál de estos papeles te satisface más?
Durante estos años he trabajado principalmente como diseñador, programador y productor. Ahora mismo, en mi título para PS4, ocupo por primera vez el puesto de director creativo y tengo que decir que me resulta increíblemente gratificante; diseñar el mundo del juego, escribir el guión de la narrativa del juego y un largo etcétera. Tengo mucha ilusión por volver a ocupar el puesto de director creativo en proyectos futuros.