Día 03/03/2013 - 16.42h
El músico británico regresa inspirado y enérgico con un más que apreciable «The next day», su primer álbum en diez años
AFP
Después de una década alejado de los focos y, en consecuencia, siendo objeto de todo tipo de rumores, Bowie volvía por sorpresa hace un mes con un nuevo sencillo que no decía gran cosa. Una canción discreta, correcta, pero que no permitía albergar grandes esperanzas a propósito de su primer disco en toda una década. Felizmente, «The next day», el álbum que se publica el próximo día 12 es eléctrico, dinámico y versátil, una grata sorpresa firmada por uno de los músicos esenciales del siglo XX que se muestra de nuevo con energía y, sobre todo, talento, para seguir teniendo algo que decir en el XXI.
Grabada junto al productor de varios de sus discos más reconocidos –también de alguno de los menos consistentes–, Tony Visconti, la nueva entrega de Bowie mantiene sólidas conexiones con su más glorioso pasado, lo que en este caso se convierte en una magnífica noticia. No se aprecia en el disco una clara voluntad de emular los viejos y buenos tiempos, pero sí aparecen signos reconocibles: algunas melodías brillantes, riffs de guitarra que podría haber firmado Mick Ronson, ecos del glam-rock más característico de sus mejores álbumes…
Se trata, de cualquier manera, de un regreso inesperadamente sólido y convincente, una especie de golpe sobre la mesa que le reivindica como músico inquieto que combina como casi nadie energía y sofisticación y que, sobre todo, dispone todavía de sustanciales dosis de talento.
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1- «The Next Day»
Comienzo prometedor… una canción corta y rápida, muy rítmica y directa. Un estribillo sencillo pero efectivo. Un gancho resultón para empezar.
2- «Dirty Boys»
Algo más rara e inquietante, como si se hubiera pasado Tom Waits por el estudio. La canción vuela cuando arranca el estribillo y Bowie canta como en sus mejores tiempos.
3- «The stars (are out tonight)»
El segundo sencillo es mucho más cautivador y completo que su predecesor. Una bonita melodía impecablemente arreglada e interpretada por un Bowie espléndido.
4- «Love is lost»
Un poco más de leve oscuridad y el dramatismo propio de los discos más oscuros de su autor.
5- «Where are we now?»
Curiosamente, la primera canción nueva en toda una década, el que fue el adelanto del nuevo álbum, es una bonita balada de ambiente taciturno pero que no está entre lo más inmediato del disco.
6- «Valentine's Day»
Fantástica. De lo más clásico del disco, empezando con un sencillo y elegante riff de guitarra a lo Mick Ronson.
7- «If you can see»
Psicodélica y dura, rítmica y bailable, pero también desasosegadora, con conexiones cercanas a la trilogía berlinesa.
8- «I'd rather be high»
Otro formidable regreso al mejor y más clásico Bowie, con otra línea de guitarra sobre el que avanza la canción casi de principio a fin.
9- «Boss of me»
Medio tiempo soulero un poco a la manera de sus discos más comerciales de los primeros años ochenta, pero, nuevamente, menos luminoso y accesible.
10- «Dancing out in the space»
De las más rápidas y potentes del álbum, con un estribillo sencillo y efectivo.
11- «How does the grass grow?»
Una pieza sencilla y leve, entre lo menos consistente del álbum.
12- «(You will) Set the World on Fire»
Un riff casi heavy domina las estrofas de esta canción poderosa y pegadiza. Incendiario también el solo de guitarra.
13- «You feel so lonely you could die»
Hermosa balada nuevamente teñida de melancolía y con un cargamento épico que resulta enormemente familiar.
14- «Heat»
Nuevamente, una intensa y un tanto melodramática balada para cerrar, adornada con guitarras acústicas y ambiente misterioso.
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