Tras la evolución del GTO pensábamos que lo habíamos visto todo, pero el endemoniado ritmo de novedades de Ferrari hace que hoy, solo seis años después del extraordinario 599, nos fuimos de nuevo a Maranello (Italia) para el lanzamiento del nuevo F12.
El ferrari F12 es, además de más potente, con 730 CV frente a los 615 del GTB, es 50 mm más corto, 60 mm más bajo, 20 mm más estrecho y tiene una distancia entre ejes más reducida. A pesar de tener una caja de siete marchas y doble embrague 25 kilos más pesada, en total es 70 kilos más ligero. Se nota rápidamente que Ferrari no ha hecho una evolución del 599, sino un coche totalmente nuevo por el que, además, pedirá unos 40.000 euros más que en el modelo anterior.
El F12 no pretende ser un gran rutero al estilo Gran Turismo. Ferrari entiende que para eso ya está el FF de cuatro plazas. Detrás del eje delantero, el V12 grita hasta las 8.250 vueltas, donde otorga su potencia máxima, pero el reloj marca hasta 10.000 y en ningún caso el cambio de marchas decidirá por ti cuándo es el momento de cambiar, a no ser que lo pongas en modo “Auto”.
En el interior, todo está más bajo, de modo que el centro de gravedad del coche también ha visto reducir su altura en nada menos que 2,5 centímetros. A pesar de ser más compacto, el F12 tiene un espacio interior similar al 599, con un salpicadero muy parecido al del 458 Italia. El maletero es de 320 kilos, casi como un Volkswagen Golf, pero se puede ampliar hasta 500 con una de las muchas opciones que nos explica la firma. Según Ferrari, más de un 20% de clientes del 599 lo utilizan cada día, así que el F12 tiene que ser un coche utilizable a diario en la misma proporción.
La línea ha generado cierta polémica, con un frontal que es una mezcla entre el 458 y el 599, pero con toques brillantes de ingeniería aerodinámica derivada directamente de la escudería de fórmula 1, como las salidas de aire que permiten que el viento escape desde el capó hacia las aletas delanteras.
Todos los mandos están agrupados en el volante, como en el 458, y tiene dos enormes levas detrás fijas en la columna de dirección, de modo que siempre están donde las buscas. Los asientos de la unidad que probamos son los “confort”, pero aún así acogen muy bien los hombros y parece pefectos para esos clientes que utilizarán el coche cada día. El resto de los elementos vitales del F12 se muestran en una pantalla central multimedia, junto con otras laterales en el cuadro, presidido por un enorme cuentavueltas en el que, como ya hemos mencionado, las 10.000 revoluciones por minuto aparecen como límite. Estamos al final de una era, y puede que estos V12 sin turbo sean los últimos que veamos en el mundo del automóvil, así que disfrutemos mientras podamos.
El ferrari F12 es, además de más potente, con 730 CV frente a los 615 del GTB, es 50 mm más corto, 60 mm más bajo, 20 mm más estrecho y tiene una distancia entre ejes más reducida. A pesar de tener una caja de siete marchas y doble embrague 25 kilos más pesada, en total es 70 kilos más ligero. Se nota rápidamente que Ferrari no ha hecho una evolución del 599, sino un coche totalmente nuevo por el que, además, pedirá unos 40.000 euros más que en el modelo anterior.
El F12 no pretende ser un gran rutero al estilo Gran Turismo. Ferrari entiende que para eso ya está el FF de cuatro plazas. Detrás del eje delantero, el V12 grita hasta las 8.250 vueltas, donde otorga su potencia máxima, pero el reloj marca hasta 10.000 y en ningún caso el cambio de marchas decidirá por ti cuándo es el momento de cambiar, a no ser que lo pongas en modo “Auto”.
En el interior, todo está más bajo, de modo que el centro de gravedad del coche también ha visto reducir su altura en nada menos que 2,5 centímetros. A pesar de ser más compacto, el F12 tiene un espacio interior similar al 599, con un salpicadero muy parecido al del 458 Italia. El maletero es de 320 kilos, casi como un Volkswagen Golf, pero se puede ampliar hasta 500 con una de las muchas opciones que nos explica la firma. Según Ferrari, más de un 20% de clientes del 599 lo utilizan cada día, así que el F12 tiene que ser un coche utilizable a diario en la misma proporción.
La línea ha generado cierta polémica, con un frontal que es una mezcla entre el 458 y el 599, pero con toques brillantes de ingeniería aerodinámica derivada directamente de la escudería de fórmula 1, como las salidas de aire que permiten que el viento escape desde el capó hacia las aletas delanteras.
Todos los mandos están agrupados en el volante, como en el 458, y tiene dos enormes levas detrás fijas en la columna de dirección, de modo que siempre están donde las buscas. Los asientos de la unidad que probamos son los “confort”, pero aún así acogen muy bien los hombros y parece pefectos para esos clientes que utilizarán el coche cada día. El resto de los elementos vitales del F12 se muestran en una pantalla central multimedia, junto con otras laterales en el cuadro, presidido por un enorme cuentavueltas en el que, como ya hemos mencionado, las 10.000 revoluciones por minuto aparecen como límite. Estamos al final de una era, y puede que estos V12 sin turbo sean los últimos que veamos en el mundo del automóvil, así que disfrutemos mientras podamos.
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