Dicen ciertas mujeres que quieren ser hombres,
que hay demasiada perversión en este mundo
como para atreverse a realizar de interprete.
que hay demasiada perversión en este mundo
como para atreverse a realizar de interprete.
No les voy a llevar la contraria, perdonadme
si os invito a una cena de carne asada,
vino de la zona y algún ligero postre.
Están ellas varadas en el mar pleno. La lucha
ya no atiende a ningún arbitraje, y estoy muerto
cuando leen este libro después de fregar,
después de la comida que llega a manos
de unos niños que nunca llegarán a quererlas.
si os invito a una cena de carne asada,
vino de la zona y algún ligero postre.
Están ellas varadas en el mar pleno. La lucha
ya no atiende a ningún arbitraje, y estoy muerto
cuando leen este libro después de fregar,
después de la comida que llega a manos
de unos niños que nunca llegarán a quererlas.
La vida es triste. El mar está en calma.
Deberíamos armar una revolución
con las armas de la casa: cuchillos
y algún tenedor con restos de grasa.
Nos lo pagarían con un beso,
tal vez con algún Padrenuestro, ¡qué escozor
en el grano! ¿Qué se come hoy?
con las armas de la casa: cuchillos
y algún tenedor con restos de grasa.
Nos lo pagarían con un beso,
tal vez con algún Padrenuestro, ¡qué escozor
en el grano! ¿Qué se come hoy?
Deberíamos armarla
o llamar a los que mandan,
pero nos quedamos en la siesta;
al fin y al cabo, sólo hay un Dios.
Por cierto, es hombre;
hasta yo también lo soy.
o llamar a los que mandan,
pero nos quedamos en la siesta;
al fin y al cabo, sólo hay un Dios.
Por cierto, es hombre;
hasta yo también lo soy.
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